La primera evidencia fue hace un poco más de tres meses con el desaseado incidente de las despensas que proporcionó el gobierno estatal a pobladores de Juchique de Ferrer, durante la campaña para la elección a alcalde de ese municipio. Ayer, una más: la inoportuna noticia del arrendamiento de 283 vehículos a una empresa foránea, mediante un oscuro contrato celebrado por la SEDESOL veracruzana.

La copia del contrato de arrendamiento, que hicieron circular empresarios locales inconformes, fue una prueba más de que el discurso del cambio prometido por Yunes Linares, sólo fueron palabras motivacionales para llegar al poder.

Pero también demuestran que además de que no hubo cambio, resultó una mentira su programa social contra la pobreza. Dicho programa sólo ha consistido en la entrega de unas coquetas cajitas de despensas que contienen algunos productos de canasta básica.

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Lo más lamentable para los creadores de esa estrategia, es que ese sospechoso arrendamiento vehicular desvelado anteayer en varios medios, y que beneficia a empresarios de la Ciudad de México, está mostrando una sola cosa: que Veracruz no comienza contigo, ni conmigo, ni con él, ni con ellos, los más pobres. Lo que se ve, solamente muestra a Indira y los pésimos indicios que va dejando en su camino como funcionaria de primer nivel.

Estamos por entrar al décimo mes del gobierno yunista, y la pequeña patria veracruzana sólo escucha y observa un exceso de palabrería por las redes sociales, así como diversos movimientos políticos enfocados a mantener en el poder a este grupo familiar y de amigos cercanos, apoyándose en empresarios y gente de otras latitudes.

En el editorial INDIRA Y LOS POBRES, publicado en Palabras Claras el 21 de diciembre anterior, se dibujó lo que sería la actuación de Indira Rosales San Román en torno al combate a la pobreza. Respecto a su anuncio de ese tiempo en Coatzacoalcos, sobre su programa de combate a la pobreza, entre otras cosas, se dijo lo siguiente:

“…Con ese enfoque, el interés puede obedecer a que Indira ha sido incluida como prospecto a la senaduría, que pelearía en 2018 contra Osorio Chong y su candidata Anilú Íngram, actual delegada federal de la SEDESOL.”

“Pero la lectura principal del evento de Indira, la más preocupante, es el anuncio de que en diez días enviará dos mil encuestadores “a peinar” los municipios más marginados del estado, para conocer dónde están y quiénes son los habitantes afectados por la pobreza extrema. Sin embargo, este esquema de operación del denominado Modelo de Atención Social …parece un formato para hacer proselitismo político.”

“Los dineros para contratar y enviar a los encuestadores, que propone Indira, mejor que se destinen a llevar, de una vez, los programas y acciones sociales a esos veracruzanos con carencias…podemos gastar ahora cantidades millonarias en diagnósticos, encuestas y preparativos, con el riesgo de que en los meses siguientes, no se cuente con dinero para las obras y apoyos sociales que viene reclamando la población.”

“…el programa Adelante tuvo dineros suficientes para presentaciones suntuosas, camisetas, gorras y pulseras, himno oficial cantado por Paquita la del Barrio y Yuri; presupuesto para adquirir un abundante parque vehicular; también para contratar a cientos de encuestadores y animadores de los eventos, y también dineros para viáticos y publicidad y para diseñar un bonito padrón…Fue un programa que atendió las formas, pero jamás llegó al fondo”.

“Lo más vergonzoso fue que terminaron entregando a los solicitantes, no obras o apoyos sociales, sino zapatos chinos de baja calidad, playeras con logotipo, unos cuantos pisos firmes y cero obras. Resultado, el fracaso más sonado y el robo más indignante. El dinero de los pobres se lo llevaron un grupo de abusados…Ojalá que el gobernador Yunes Linares cuide que Indira y su Modelo de Atención Social (MAS), no sean más de lo mismo”.

Como el actual programa de combate a la pobreza está resultando otra falsedad como aquel Adelante duartista, bueno sería que la Contraloría General del Estado sea la que en sus auditorías comience con Indira, le revise los cuentos y las cuentas, y la obligue a componer y ordenar las cosas en el tiempo que le queda a esta administración.

No sea que cansados de tanto esperar, los veracruzanos se nieguen a apoyar a ella y a su jefe en sus proyectos políticos, y que en lugar de votos escuchen un: Veracruz no sigue contigo.

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