Los señalamientos de corrupción, la insensibilidad gubernamental, la inexperiencia administrativa, en el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, asombra. La gente esperaba y votó por un cambio para que las cosas mejorarán, para que se iluminará -aunque sea un poco- el camino destruido desde hace poco más de 20 años en Veracruz. Pero, los yerros de los cuitlahuistas se conocen y ventilan un día si y otro también. Nada cambió. Las pruebas son muchas. Y esas evidencias molestan, incomodan porque la realidad no es bonita, bonita es la ficción.

Y no se trata de hacer un comentario para “agredir” al actual régimen de gobierno, sino que es necesario que los funcionarios de la llamada Cuarta Transformación hagan un acto de introspección sobre sus 15 meses en el poder. Claro, ellos tendrían el mejor diagnóstico, sí lo hacen apartados de la autocomplacencia.

Se trata de que descubran -de una buena vez- que el poder sirve para poder realizar buenas obras, para acercarse a la gente y brindarle todo lo que un gobierno puede dar cuando existe un real deseo de transformación. De aceptar que el ejercicio del poder está sometido a reglas que deben ser exhaustivamente conocidas y escrupulosamente respetadas. 

Y en esto, nadie persigue a nadie, la mayoría de los veracruzanos solo quieren que las cosas caminen correctamente y que se busque, día con día, el bien común, el estar bien. La sociedad está cansada de los políticos y de sus políticas por que no hay resultados tangibles.

Aquí es donde relucen las ambiciones económicas de muchos integrantes del gabinete de García Jiménez porque siguen deshumanizando el ejercicio de poder al conducirse con una ética corrupta. Quizá esa sea una de las principales fallas del actual régimen morenista. 

Pero también hay que reconocer que vivimos una época en donde se obstaculiza el criterio propio por estar tan mediatizados, sin embargo, no podemos restringir el abanico de posibilidades de pensar y repensar cuando se intentan cambiar los modos de vida. 

Aún hay tiempo para detener la inestabilidad social, política, económica y gubernamental que se vive en Veracruz. 

El gobernador Cuitláhuac García tiene la palabra.

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