Jesús Lezama

Pasada la conmemoración -no festejo, como muchos despistados lo hacen- del Día Internacional de las Mujeres, el blindaje montado en el Palacio Nacional no será suficiente para enfrentar la prometida transformación del México del Siglo XXI.

En febrero, en México la inflación anual se situó en 7.28 por ciento, mientras que en Estados Unidos en 7.9 por ciento, su mayor nivel en 30 años. Si en el país vecino hay gripe, acá habrá pulmonía. De acuerdo con los expertos, esto apenas es la punta del iceberg porque los precios aumentan desmedidamente en niveles intermedios. Es decir, la cuesta de enero se prolongará hasta marzo.

El subgobernador del Banco de México Jonathan Heath (nombre muy fifí para estos tiempos) ubica esos incrementos en un alarmante 17.6 por ciento, que por supuesto es un récord; los insumos de las mercancías suben, por lo tanto, el sambombazo se sentirá en los hogares. Sí andaba mal el crecimiento, este año andará peor.

El impacto económico es tan grave que los famosos “guardaditos” que tenía el gobierno federal “se acabaron” desde hace dos años. Solo basta recordar lo que declaró el exsecretario de Hacienda, Arturo Herrera, cuando se refirió al Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) que llegó a acumular más de 300 mil millones de pesos y que la 4T retiró más de 150 mil millones de pesos sin transparentar ni conocer -mucho menos- en qué bolsa andan.

Y de la subida del gas y la gasolina en México, con la visión estadista de AMLO y su 4T, eso es culpa de la Perestroika -aquella política que liberó la economía en Rusia en los tiempos (1985) de Mijaíl Gorbachov para potenciar el desarrollo económico del país y su democratización al estilo occidental- por eso, Vladimir Putin se ve en la necesidad de atacar a Ucrania, matar niños, hombres, mujeres y ancianos. ¡Es la mafia rusa!. Desde México hay que navegar en las líneas rojas de Putin.

Pero en el caso de la tragedia en La Corregidora -donde “ilustres incultos” mencionan a Querétaro como la “cuna de la Independencia” (¿Que no era Dolores Hidalgo?)- el “pueblo sabio” ve el asunto como un gran distractor para olvidar el caso de la Casa Gris de José Ramón López Beltrán (el nuevo orgullo de AMLO) porque el Mesías anda en modo enloquecido. 

Sin embargo, para el gobierno lopezobradorista nada de lo anterior importa. El ejercicio de la Revocación de Mandato es lo primordial. Con mentiras engañan a la ciudadanía que esta acción democrática es para que México se convierta en un país de libertades. En tan diminuta su argumentación que ahora ¡conceden derechos fundamentales!. Mañana agradeceremos a los transformadores de cuarta que el gobierno de AMLO ayuda para ir al baño a satisfacer las necesidades naturales.

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Este ejercicio egocentrista del presidente López Obrador tiene a los empleados públicos obligados a pintar bardas, colocar mantas, espectaculares y a seguir como borregos en redes sociales: “Vamos a votar #QueSigaAMLO este 10 de abril”. 

Los circos y pantomimas de la cuarta transformación solo sirven a Andrés Manuel para mantener un ring abierto contra sus opositores, le dan oportunidad para despistar a los mexicanos de los asuntos importantes del México inseguro, violento, pobre, desigual, injusto, corrupto, patriarcal, con un sistema de salud deteriorado y con un modelo de desarrollo improductivo.

“El pueblo pone y el pueblo quita”, es la trampa del presidente de México. 

López Obrador ya fue elegido para cumplir su mandato por seis años y termina el 30 de septiembre del 2024 (Art. 84 Constitucional).

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