Xalapa, Ver. Ante la entrada de la Fase 3 de la pandemia por el COVID-19, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, reiteró las medidas que la Iglesia Católica seguirá implementando y señala que, de haber una defunción por causa del coronavirus, solo acompañarán “espiritualmente a los familiares” dado que deben ser estrictos en seguir las indicaciones del sector salud.

“Si sucede una defunción por causa de COVID 19, debemos ser estrictos en seguir las indicaciones del Sector Salud y acompañaremos espiritualmente a los familiares, para que reciban el consuelo de Dios y los auxilios de la Iglesia”, expone en un comunicado.

Agregó que, para que los feligreses sigan disponiendo de un espacio sagrado de encuentro con Dios a través de la oración y la meditación personal, se deben mantener los templos abiertos en los horarios habituales de cada parroquia, de esa manera podrán hacer su visita al sagrario y venerar las imágenes de su devoción.

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“Seguiremos cuidando que en nuestros templos e instalaciones se observen estrictas medidas higiénicas y sanitarias, realizando la limpieza a conciencia especialmente de aquellos lugares que son más frecuentados”, dijo.

Las oficinas parroquiales mantendrán sus servicios de atención a la feligresía en los asuntos más indispensables, privilegiando la comunicación telefónica y las plataformas digitales. 

Los sacerdotes deberán celebrar la sagrada eucaristía todos los días pero en forma privada, incluyendo las intenciones de todas sus comunidades.

“Seguimos invitando a nuestros feligreses a valorar la celebración de la fe en sus propios hogares mientras dura esta contingencia sanitaria, para manifestar plenamente el sentido de la Iglesia doméstica, participando en las celebraciones eucarísticas a través de los medios de comunicación y de las plataformas digitales que tengan a su disposición”, abundó.

También invitó a todos los feligreses a seguir siendo generosos y corresponsables en el sostenimiento económico de nuestras parroquias y rectorías debido a los servicios que se ofrecen.

“Este tiempo de emergencia sanitaria nos apremia privilegiar la caridad hacia el prójimo especialmente a los más vulnerables. Será necesario poner en práctica la pastoral social y mantener abiertas las Cáritas Diocesana y parroquiales para la solidaridad, el compartir los bienes y la cercanía con la población que está más necesitada”, remarcó.

 Todas las actividades de la agenda diocesana de los meses de mayo y junio se reagendarán una vez superada la contingencia sanitaria. Las eucaristías de las fiestas patronales y las celebraciones devocionales deben llevarse a cabo en forma privada.

El catecismo infantil se retomará de manera normal, hasta que la Secretaría de Educación Pública permita que se reinicien las clases en las escuelas. La recepción y celebración de los respectivos sacramentos serán reagendados.

“Nos ponemos en las manos de Dios, solicitando la intercesión de Santa María de Guadalupe y San Rafael Guízar Valencia, para suplicar la salud de todos los mexicanos de modo que pronto superemos esta contingencia”, añadió.

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