Los jerarcas morenistas han iniciado la operación para robarse la elección en Veracruz. A los empleados de confianza de los tres Poderes del Estado le están pidiendo copia fotostática de su credencial para votar bajo amenaza y coacción de que, en caso de no entregarlas, o no votar por los candidatos de Morena, serán despedidos de su fuente de trabajo.
Así lo han denunciado a Palabras Claras empleados de diferentes dependencias estatales, los cuales están aterrorizados con las acciones que han emprendido desde las más altas esferas del gobierno de Veracruz.
La desesperación es latente en los morenistas que, por conveniencia, no convicción, intentan hacer ganar a la candidata a gobernador de Veracruz, Rocío Nahle, para mantener sus canonjías. A pesar de que la libertad y la dignidad están siendo atropelladas, a los cuitlahuistas no les importa estar cometiendo delitos electorales que los podrían llevar a prisión.
Los tiempos electorales y el desplome de la zacatecana Rocío Nahle ponen en riesgo a miles de empleados públicos, que necesitados de empleo e ingresos quedan desamparados por la “ambición vulgar” de unos cuantos.
Después de 5 años de haber sido utilizados como chapaeadores, pintores, porristas en los “loquios” y como maratonistas de mentira los empleados de gobierno tendrán que soportar dos semanas intensas de abusos y atropellos constitucionales.
Los servidores públicos saben que el próximo 2 de junio tendrán el derecho a votar de manera libre y secreta por su candidato preferido. Voten por quien voten, nada malo les pasará, a menos de que quieran continuar en la mediocridad, la ineptitud y la corrupción del régimen actual.