Mientras a nivel nacional se van repartiendo las principales posiciones para los ‘adversarios’ de Claudia Sheinbaum, virtual candidata a la presidencia de la república por Morena, acá en Veracruz Cuitláhuac García ahora dice que no se va hasta que finalice su mandato.

Desde hace algún tiempo, el gobernador morenista pidió a los periodistas que le preguntaran en diciembre de 2023 sobre la posibilidad de irse (¿cuándo ha estado?) del gobierno de Veracruz para incorporarse como coordinador de campaña de Sheinbaum.

Pero, las cosas en la vida no son, van siendo, como lo ilustró el filósofo español José Ortega y Gasset y no como se lo endilgan al casi dueño de Movimiento Ciudadano Dante Delgado -en la política, las cosas no son van siendo, dice- los apresuramientos de los cuitlahuistas los están encaminando al precipicio político.

El caso es que, en esta semana, los mandamases cuitlahuistas, desde secretarios de despacho hasta jefes de área, se reunirán no para lanzar culpas sobre las ineptitudes, ni para el reparto de moches, sino para afinar la ofensiva electoral que asegure el triunfo de quienes contiendan por Morena en el 2024.

Es tanta la preocupación sobre los negativos del Gobierno de Cuitláhuac García, que poner en riesgo la presidencia y la gubernatura es tener medio cuerpo en prisión, así que la elección de Estado está cantada por el temor de acabar peor que la administración de Javier Duarte y eso ya es mucho decir.

Pero, si los ciudadanos que tanto se quejan no se comprometen a trabajar desde hoy, para botar a este gobierno, y no salen a votar en el 2024, habrá Morena cuando menos otros seis años.

Queda todo listo para un escenario inédito e interesante para Veracruz. Así que vale observar a quién se le presta atención para identificar quién eres.

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