En Veracruz crece la inquietud y preocupación de los trabajadores de salud luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador anunciara que los hospitales dependientes de la Secretarías de Salud pasarán a ser administrados por IMSS-Bienestar, 

Según los dichos del mandatario federal el proceso se había detenido debido a la pandemia por COVID-19; sin embargo, la administración comenzará a trasladar los centros de salud al IMSS.

Apuntó que la responsabilidad se pasa al IMSS debido a que esa institución cuenta con “más experiencia atendiendo a derechohabientes” y aseguró que los medicamentos serán gratuitos para que la salud “no sea un privilegio”.

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Disfrazando el discurso centralista, López Obrador argumenta que esta medida es para evitar que entidades hagan mal uso de los recursos que se envían a las entidades federativas y para que los servicios de salud se homologuen en beneficio de la población sin seguridad social.

Por su parte, en un comunicado oficial del programa IMSS-BIENESTAR se asegura que la relación laboral de los trabajadores se mantendrá intacta y preservarán sus prestaciones y percepciones vigentes, así como la antigüedad laboral de los trabajadores.

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Las entidades de la república que han firmado el convenio marco para la transformación de los servicios de salud son Tlaxcala, Nayarit, y Colima.

Hasta el momento, el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García ni el secretario de salud en la entidad han dado algún posicionamiento sobre el tema, por lo que esta semana se esperan protestas, por parte de los trabajadores sindicalizados y sin filiación colectiva del IMMS, ante la zozobra que genera la centralización de los servicios de salud.

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