Antes del 2020, Palabras Claras señaló que la Procuraduría del Medio Ambiente de Veracruz, a cargo de Sergio Rodríguez Cortés, venia extorsionando a empresas de todos tamaños y giros en temas como los desechos orgánicos municipales, en donde se ha convirtió en juez y parte, en consejero, en auditor y en duro inspector.
Hoy, y con base a lo que aseguraron comerciantes, empresarios y agrupaciones como Coparmex al medio de comunicación Latinus, se comprueba que Rodríguez Cortés, el procurador del ambiente, y sus funcionarios “han utilizado las normas estatales y las atribuciones legales que tienen para condicionar sanciones y clausuras a cambio de dinero. Lo han hecho con funerarias, supermercados, plantas de alimentos, rellenos sanitarios, cementeras, etc.”
En el testimonio que dan los afectados se indica que “lo que motiva al procurador no es el ambiente, es un beneficio económico”. Entre los denunciantes se encuentra el abogado Alfonso Sánchez representante del Crematorio La Luz, Alberto Aja, presidente de Coparmex Veracruz, comerciantes, empresarios y muchos más.
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Recordaron el decreto con el que Cuitláhuac García despojó al fideicomiso el control del Acuario de Veracruz para entregarlo a su hoy ‘incondicional’ Sergio Rodríguez, a pesar de que en 2016 el ahora mandatario lo acusó y exhibió como corrupto e incluso pidió se investigará la procedencia de unos ‘fajos de billetes’ con los que posó, tirado en un colchón, el ahora procurador ambiental cuitlahuista.
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En los tres años y medio como titular de la Procuraduría del Medio Ambiente ha clausurado 681 negocios o empresas, es decir una cada dos días, y durante ese tiempo por concepto de multas ha recabado más de 147 millones de pesos.
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He aquí la investigación de Latinus:
