Muchos podrían cuestionarse por qué el exgobernador Javier Duarte de Ochoa está muy activo en sus redes sociales “defendiendo” (¿o promoviendo?) a Rocío Nahle, la morenista candidata a la gubernatura de Veracruz, a quien él se refiere con cariño como “la tía Chío”.

Recordando la vieja consigna de que en la política -como en los negocios- nada es casualidad, y también la vieja idea de que detrás de una gran fortuna hay un gran crimen (real o en sentido figurado,) resulta que la revelación de la red de empresas de “El Clan Nahle-Peña” que hizo el empresario Arturo Castagné, proporciona algunas pistas sobre la desesperación de Javier Duarte y su clan de cabecera por defender a la zacatecana extitular de la secretaría de energía.

Josué Quintanilla Ayache socio de Bidcom Energy, es sobrino de Arturo Quintanilla, compadre de Rocío Nahle, y propietario de las empresas Grupo Huerta Madre, Construcciones y Reparaciones del Sur, Constructora Santadreu, Comercializadora de Productos, Servicios y Maquinaría Jiménez y Falcón, así como de Talleres Portátiles. El primero es primo hermano de José Armando Rodríguez Ayache, el esposo de Mónica Macías Tubilla. Estos dos últimos personajes, estuvieron ligados a la familia real del duartismo, y fueron vinculados a la red de lavado de dinero y delincuencia organizada, durante el periodo gubernamental de Javier Duarte.

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José Armando Rodríguez Ayache fue uno de los grandes beneficiarios del duartismo. Construyó el Hospital Pediátrico de Boca del Río, el que se cae a pedazos porque la estructura “está rellena de papel periódico en lugar de concreto”, según acusan los expertos.

Rodríguez Ayache en la actualidad vive en el Reno Unido, en la zona exclusiva de Belgrave Square, una de las mayores plazas de Londres, rodeada de boutiques de las mejores firmas de diseñadores. 

Rodríguez Ayache y Mónica Macías son los que reclaman tres lujosos departamentos de la Torre Pelícano, situada en el bulevar Manuel Ávila Camacho número 741 del Fraccionamiento Costa de Oro en Boca del Río, inmuebles incautados por la Fiscalía General de la República.

Actualmente el matrimonio Rodríguez Macías pide a Karime Macías, “la señora de la abundancia”, la devolución de 80 millones de pesos por los gastos que erogaron para trasladarla al Reino Unido, tras la entrega/captura de Javier Duarte en Guatemala.

El cuñado de Karime Macías y su hermana Mónica, supuestamente cubrieron los pagos para contratar los servicios del abogado Marco del Toro, el designado para defender a Javier Duarte, así como los traslados en avión privado de Karime y sus hijos, al lujoso barrio londinense donde fue atendida por el despacho de abogados Gherson Solicitors, uno de los de más prestigios en el Reino Unido, que lo mismo ha defendido a jeques árabes que a oligarcas rusos.

Con todo ello, el elitista bufete legal no ha ganado uno sólo de los juicios que existen contra Karime Macías, la cual podría ser extraditada en los próximos meses. Pero, qué es lo que detiene o salva a la exesposa de Javier Duarte y cuál la motivación de Duarte para salir a hablar en favor de “La tía Chío”.

Es bastante conocido que el cuñado de Karime, José Armando Rodríguez, se mueve en altos vuelos, complicidades y sociedades con sus familiares Quintanilla Ayache, compadres de Rocío Nahle. Y que están señalados en la presunta corrupción de negocios, como son la construcción de un nuevo relleno sanitario en el sur de Veracruz y diversas contrataciones millonarias por asignación directa en las obras de la Refinería Dos Bocas en Tabasco.

Esos jugosos negocios en la refinería de Dos Bocas podrían contribuir a una asombrosa y apabullante operación electoral en la campaña de Rocío Nahle y en la movilización y compra de votos que garanticen el triunfo de la zacatecana el próximo 2 de junio. ¿Quién podría rechazar o contener una estrategia operativa de esta naturaleza?

Por ello, cada día es más notoria la presencia de exduartistas en la campaña de Nahle. Entre ellos, Gabriel Deantes, Jorge Carballo -él que tripula a la diputada local Anilú Ingram y a su esposo Fernando Kuri-, el exsecretario de gobierno Eric Lagos, el cisne Alberto Silva -actual manejador de redes de JDO-, la exvocera Gina Domínguez y hasta el exfiscal veracruzano Luis Ángel Bravo, todo ello, a cambio de volver a enchufarse al poder y mantener impunidad.

Si se hacen cuentas, se percibe que todos los involucrados aprendieron bien la consigna de Don Vito Corleone: “El mundo es tan duro que hace falta tener dos padres, por eso todos tienen un padrino”.

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