“La Resurrección de Cristo es el fundamento de la esperanza de toda la humanidad. Si Cristo no hubiera resucitado vana sería nuestra fe” expresó el arzobispo de Xalapa Hipólito Reyes Larios con motivo del Domingo de Resurreción.
Sostuvo que la Iglesia celebra el Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor como plenitud de la Semana Santa, como cúspide del Triduo Pascual que abarca los tres días de la muerte, sepultura y resurrección de nuestro Salvador Jesucristo.
Por lo que días tienen una importancia extraordinaria en nuestra vida cristiana y deben vivirse como el punto culminante de todo el año litúrgico.
“El viernes y sábado santos, hemos celebrado la pasión, muerte y sepultura de Jesús. Hoy es el momento de que resuene el alegre anuncio de la Pascua, según la Tradición y la Liturgia de la Iglesia: Ha resucitado del sepulcro el Señor, que por nosotros fue colgado de la cruz ¡Aleluya! ¡Cristo ha resucitado, ha resucitado verdaderamente! El que padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, el que fue crucificado, muerto y sepultado”. expresó.
Indicó que Jesús de Nazaret, el Mesías, el Hijo de Dios vivo hecho carne en el seno purísimo de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, ha resucitado al tercer día, según las Escrituras. Por lo que este anuncio es la mayor alegría que se ha proclamado a los seres humanos de todos los tiempos para ser felices en esta tierra y plenamente dichosos en la vida futura, donde ya está Cristo, nuestro Salvador y Redentor.
Citó que el pasaje de este domingo es de San Juan (20, 1-9) el cual dice: “El primer día después del sábado, estando todavía oscuro, fue María Magdalena al sepulcro y vio removida la piedra que lo cerraba. Echó a correr, llegó a la casa donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: ‘Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo habrán puesto”.
San Juan añade a las otras versiones de la visita de los discípulos al sepulcro, el personaje llamado el Discípulo Amado, a quien muchos identifican con el mismo Juan, que en la última Cena había ocupado el lugar más próximo a Jesús y cuyo amor ejemplar por su Maestro lo impulsa a ser el primero en llegar al sepulcro, aunque no entró dando la prioridad a Simón Pedro, dijo el líder católico.
Con este retrato del Discípulo Amado, Juan consigue que la fe que éste demuestra cuando finalmente entró y vio, se convierta en el punto culminante del episodio, indicó.
“Esto coincide con lo que dice la primera carta del mismo Juan (1, 1): Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos acerca de la Palabra de vida, es lo que les anunciamos” expresó Reyes Larios.
Agregó que los Evangelios sinópticos presentan una versión muy elaborada de la visita de las mujeres al sepulcro, mientras que Juan describe brevemente el descubrimiento por parte de la Magdalena y se extiende más en la visita de comprobación que realizan Pedro y el discípulo amado.
Recordó que en el Domingo, María Magdalena estuvo presente al pie de la cruz y es la primera mujer que visita el sepulcro en los relatos sinópticos. Su principal preocupación es que se han llevado del sepulcro al Señor.
Sin embargo, ya no es así porque Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicia de los que han muerto, como dice primera de Corintios.
“Con su muerte, Jesús ha vencido al Príncipe de los demonios, al pecado y a la muerte. Por esta razón está fuera de sitio cualquier culto o fanatismo por Satanás o por la muerte, actualmente llamada niña blanca, que han sido vencidos con el poder del Resucitado” expresó y recordó que Cristo dice a los Apóstoles: “¡Animo, no tengan miedo, soy yo! Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo. Si Yo estoy con ustedes nada ni nadie puede causarles miedo ni apartarlos de mi amor. Yo he resucitado y los resucitaré a ustedes en el último día”.







