Si en este espacio se habla con cierta dureza, el motivo que nos ha movido a hacerlo no es, ciertamente, el deseo de rebajar los méritos que haya tenido Esteban Bautista, primero, para ser diputado, luego, presidente de la Junta de Coordinación política del Congreso, sino por su imprudencia y falta de talento que ha demostrado desde el poder legislativo de Veracruz.

La deferencia que realizan sus propagandistas y escritores de cuarta son por necesidad y, quizá, por hábito. Sin embargo, el diputado Esteban Bautista es un obstáculo para la reconstrucción social de Veracruz que sí teje la gobernadora Rocío Nahle, luego de una férrea campaña política el año pasado y la del domingo 1 de junio anterior.

Los modos apasionados del cacique sureño provocan que no mida sus palabras a cuestionamientos de prensa. Sin estar circunscrito a la adición de nuevos datos y a la corrección de errores de concepto y de estilo, debido a su falta de cultura política, dio “cátedra política” y sacó de la chistera propuestas para la dirigencia de Morena en Veracruz que, a toro pasado, cualquiera las hace. Un ejemplo de ello, contratar encuestadoras de prestigio y lo que debieron hacer sus correligionarios en la elección municipal del pasado domingo.

El diputado Esteban Bautista muestra que proviene de los residuos de las revoluciones morales y espirituales. Así libera sus seres y pensamientos de la tutela de la autoridad con el prejuicio como herramienta principal. Eso lo hace proclive a que cualquier malsano influya en su limitado criterio.

Sin crítica racional se quebranta la libertad y se edifican las fuerzas de la destrucción. Quizá por ello, el periodista y director del portal Versiones, Pepe Ortiz, titula su columna “Esteban Bautista, el lengua suelta” y comenta, extensamente, el enojo de la gobernadora Rocío Nahle por las “imprudentes” declaraciones del legislador veracruzano.

Si la ingeniera Rocío Nahle quiere una “ingeniería social gradual” para Veracruz debe librar de obstáculos el camino para realizar una verdadera reconstrucción social. ¿O serán otros 6 años perdidos para Veracruz?.

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