La Iglesia Católica advirtió que gran parte de la población mexicana y veracruzana vive en un “profundo estado de miedo y temor” debido a la persistente violencia y la inseguridad en diversas regiones del país. En el marco del inicio del Año Litúrgico 2026, la institución hizo un llamado a que el tiempo de Adviento sea asumido como un periodo de esperanza, reflexión y reconstrucción del tejido social.
De acuerdo con el mensaje difundido por autoridades eclesiásticas de Veracruz, la llegada de Jesucristo representa una oportunidad para renovar la vida personal y fortalecer la convivencia comunitaria. La Iglesia invitó a los creyentes a disponerse espiritualmente para convertirse en “constructores de paz”, subrayando la necesidad de impulsar valores como la justicia, la solidaridad y la ayuda mutua frente al clima de violencia que afecta a múltiples comunidades del país.
El pronunciamiento enfatizó que el Adviento debe vivirse como un tiempo de apertura interior, alejándose del consumismo y de los excesos característicos de la temporada decembrina. Exhortó a evitar “comilonas, borracheras, lujurias y pleitos”, y a recuperar el sentido espiritual del periodo litúrgico, orientado a la sobriedad y al acompañamiento de quienes enfrentan dolor, marginación o situaciones de riesgo.
Asimismo, la Iglesia señaló que las cuatro semanas de Adviento constituyen un momento propicio para la reconciliación y para impulsar iniciativas que contribuyan a mitigar el odio, la violencia y las fracturas sociales presentes en México. “Abrir el corazón al Redentor”, apuntó, debe traducirse en acciones que favorezcan la paz, la dignidad humana y la cohesión comunitaria.
La institución concluyó que, en un país marcado por episodios recurrentes de inseguridad, el Adviento no solo tiene un significado litúrgico, sino que también puede convertirse en una plataforma para fortalecer la esperanza y promover un compromiso activo con la construcción de una sociedad más justa y segura.










