La Arquidiócesis de Xalapa consideró que la decisión oficial de regresar a las aulas representa un alto riesgo para la salud y podría llevar al colapso del sistema de salud.
Además, lamentó que las autoridades minimicen el riesgo de contagio de los menores de 18 años pese a los avances de la variante Delta.
A decir del vocero José Manuel Suazo Reyes lo mejor y más sensato sería posponer el regreso a clases presenciales y continuar por otro tiempo con las clases virtuales.
“En definitiva es bueno también recordar que los primeros responsables de la vida y la seguridad de los menores de edad son los padres de familia. No es fácil delegar el cuidado de la salud a quien ha mostrado desinterés por la salud de los menores de edad”.
Refirió que en días pasados, en el Diario Oficial de la Federación se dio a conocer un acuerdo firmado por la Secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez donde se establecen diversas disposiciones para el desarrollo del ciclo escolar 2021-2022 en el que se anuncia la reanudación de las actividades del servicio público educativo de forma “presencial, responsable y ordenada”.
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Recordó que se confirma que la reanudación de las clases será el 30 de agosto de 2021, pero que esa determinación oficial sucede en este tiempo donde la tercera ola del COVID-19 ha ido creciendo de forma alarmante y amenazante.
“No es extraño ver letreros en las poblaciones donde se anuncia Riesgo alto de contagio. Existen evidencias no sólo de contagios de personas menores de 18 años, sino incluso muchos casos de muertes de menores de edad”.
Afirmó que, por su parte, los obispos de México en su mensaje del 27 de julio de 2021, decían frente a la emergencia educativa, sanitaria, económica y social, “respondamos a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de México, con toda la fuerza del Estado. Necesitamos de un verdadero Estado Social, que resguarde y promueva en primer lugar, la educación, la salud, la seguridad y el bienestar de los más pequeños”.
Agregó que la determinación de regresar a clases el 30 de agosto próximo “llueva, truene o relampagueé”, parece poner el énfasis solamente en el aspecto educativo y cuestión emocional de los niños, pero relativiza la parte de la salud, de la seguridad y del bienestar integral de los educandos y de sus familias.
