Xalapa, Ver. – La comparecencia del titular de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (SEDECOP), Ernesto Pérez Astorga, fue menos un ejercicio de rendición de cuentas y más un espectáculo de autoelogio oficial. Entre cifras imposibles de verificar, inversiones que solo existen en el discurso y una opacidad cada vez más evidente, la dependencia volvió a vender una narrativa de progreso que no coincide con la realidad que vive Veracruz.

En su discurso inicial de la Glosa del Primer Informe de Gobierno de Rocío Nahle, Pérez Astorga recurrió a agradecimientos políticos y frases vagas para disfrazar la ausencia de resultados reales en la administración de la primera gobernadora de Veracruz. El informe estuvo plagado de palabras que dicen mucho, pero significan poco: “vinculaciones”, “agendas de trabajo”, “proyectos en puerta”. Ninguna acompañada de documentos, contratos, evaluaciones, fotografías o evidencia sólida.

Inversiones “históricas”: anuncios huecos y cifras infladas

El secretario presumió que Veracruz ha captado 4,300 millones de dólares en inversiones. Sin embargo, no presentó un solo contrato, convenio, calendario de obra o informe técnico que sustente esa cifra.

La mayoría de los proyectos anunciados están en fase preliminar, sin obra física, sin permisos visiblemente avanzados y sin claridad sobre financiamiento. Los “miles de empleos” que promociona son únicamente estimaciones proporcionadas por las empresas, no puestos creados ni verificados.

Tampoco aclaró si estas inversiones están condicionadas a incentivos fiscales, condonaciones o recursos públicos, ni cuántos anuncios de años anteriores quedaron en el olvido. Como en años anteriores, Pérez Astorga se recarga en el inflado optimista de cifras para simular un dinamismo económico inexistente.

Giras al extranjero: gastos ocultos y resultados invisibles

El titular de SEDECOP resaltó viajes a Alemania, China, Canadá, España y varias ferias internacionales. Pero no reveló lo fundamental: cuánto costaron, quiénes asistieron, cuánto se pagó en viáticos, ni qué acuerdos concretos —si es que hubo alguno— derivaron de esos desplazamientos.

La dependencia repite la palabra “vinculación” para justificar el gasto, pero no muestra convenios firmados, cartas de intención ni beneficios tangibles para Veracruz. Giras costosas, resultados nulos.

Corredor Interoceánico: cifras alegres, cero claridad

La SEDECOP afirma haber invertido 840 millones de pesos en el Corredor Interoceánico. Pero el informe carece de un desglose mínimo: no hay datos por municipio, obra, proveedor o impacto económico regional.

Mientras se celebra un supuesto “cruce histórico” de 900 vehículos —una cifra anecdótica disfrazada de logro—, la región Istmo–Coatza sigue atrapada en pobreza laboral, inseguridad, marginación y falta de infraestructura esencial.

Polo de Desarrollo de Tuxpan: un proyecto acelerado que huele a irregularidades

El anuncio del nuevo polo de desarrollo en Tuxpan —originado desde el gobierno federal— se aprobó en tiempo récord: solo cuatro meses, incluyendo la compra del predio. Ese aceleramiento, combinado con un silencio absoluto sobre el costo del terreno, los dueños originales, el avalúo, el proceso de adquisición, los estudios ambientales y la ausencia de consulta ciudadana, levanta sospechas legítimas.

El monto del proyecto (24 mil millones de pesos) no coincide con la premura y hermetismo que rodean la operación. La opacidad anticipa un posible caso de sobreprecio, conflicto de interés o irregularidades futuras.

Mipymes y artesanos: resultados microscópicos maquillados como grandes logros

Los supuestos avances en apoyo a emprendedores y artesanos son, en realidad, logros mínimos:

  • Las ventas de Hecho en Veracruz apenas superan un millón de pesos en un año: una cifra ínfima.
  • La derrama económica por encuentros comerciales es marginal.
  • Los premios artesanales no vienen acompañados de programas robustos ni políticas sostenidas para fortalecer al sector.

El contraste entre la narrativa optimista y los resultados reales es tan marcado que parece que la estrategia es esconder el fracaso detrás de cifras alegres y discursos edulcorados.

Mucho ruido, cero rendición de cuentas

Aunque Pérez Astorga saturó su informe con millones, porcentajes y promesas, no presentó:

  • Evidencias materiales
  • Fotos de avances
  • Contratos
  • Indicadores verificables
  • Metas claras para 2026

La comparecencia recordó, una vez más, el estilo de Ernesto Pérez Astorga: tomar los números con ligereza y presentarlos sin rigor. Su historial empresarial fallido contrasta con la seguridad con la que hoy intenta construir una imagen de gestor económico eficaz.

Si los “logros” de la SEDECOP fueran tan reales como el doctorado en administración pública que presume Pérez Astorga, Veracruz estaría compitiendo con Singapur. Pero como no lo están, al menos queda un consuelo: En un estado donde la economía no crece, la única industria verdaderamente consolidada es la de inflar cifras. Y esa—hay que reconocerlo—la manejan con precisión quirúrgica.

La realidad es otra: Veracruz sigue atrapado en desigualdad, rezago industrial y falta de empleos dignos, mientras la SEDECOP ofrece discursos optimistas sin sustento.

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