Xavier López, mejor conocido como Chabelo, goza de una vitalidad que no deja de asombrar a todos sus fans. El amigo de todos los niños tiene ya 87 años, pero mantiene una plenitud que no merma con el paso del tiempo. Su reciente entrevista a Caras dejó claro, en pocas palabras, que está consciente del momento que vive y de las huellas que ha dejado en el corazón de millones de espectadores que todavía recuerdan con cariño En familia, programa que detuvo sus emisiones hace ya siete años.
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Nacido en Chicago, Xavier López tiene doble nacionalidad y recibió una educación muy estricta por parte de su padre, que siempre quiso que su hijo siguiera sus pasos y se dedicara a lo mismo que él: la Medicina. Pero con su llegada a Televicentro, de la mano de Luis de Llano Palmer, Chabelo comenzó a picar piedra en el mundo televisivo para escalar puestos de manera paulatina hasta convertirse en una figura recurrente en diversos programas.
Quizá Chabelo no pudo imaginar en aquellos primeros momentos todo lo que iba a lograr en el mundo de la actuación. Hoy dice encontrarse en un momento de total plenitud a sus 87 años, además de mantener un gusto especial por la TV. “Claro que veo televisión, me gusta mucho el fútbol, las películas y el box. Lo que extraño de la televisión de antes es que existían más programas familiares”, dijo en su charla con Caras.
Después de 48 años de emisión, En Familia terminó para siempre el 20 de diciembre de 2020. Como si fuera un síntoma más del fin de una era, su último programa se emitió el mismo fin de semana que se implementó el fin de la televisión análoga en México. Sin embargo, la imagen de Chabelo perdura en la memoria de los mexicanos y, sobre todo, en muchos memes, de los cuales el propio actor destaca la originalidad. “Lo disfruto mucho y aplaudo el ingenio de quienes los hacen”, señaló.
Ese ha sido uno de los factores para que se le recuerde con tanta precisión en miles de familias: durante estos 48 años, Chabelo fue el rostro de todas las mañanas de domingo. Sin excepción, niños y adultos prendían el televisor para sintonizar aquel programa que combinaba chistes, participación del público y música, así como invitados que dibujaban en sus caras una sonrisa de oreja a oreja, pues estar ahí, con Chabelo, era el sueño de todos, algo genuino que no tenía nada que ver con visitas de compromiso.
También la cercanía que Xavier López siempre mostró con el público fue bien valorada por todos los asistentes que, en algún punto, tuvieron la oportunidad de llevarse algún premio que podía ser desde una sala completa hasta una simple dotación de dulces que, sin embargo, llevaba impregnada la esencia del programa y la generosidad de un Chabelo que, domingo a domingo, dejaba claro que disfrutaba de ese programa, de ese contacto real y dinámico con gente de verdad.
La entrevista con Caras dejó muy claro que Chabelo tenía una relación precisamente estrecha con la prensa. No le gustaba hablar ante las cámaras y mucho menos de su vida privada: fueron muchas las veces en las que se exaltó al escuchar preguntas relacionadas con su privacidad por parte de los reporteros que lo asediaban allá donde fuera. En la charla con Caras, sus respuestas son muy cortas. Muchas preguntas tienen más palabras que la respuesta misma, hecho que ejemplifica la actitud constante de Chabelo siempre que brinda declaraciones públicas.
