Los hechos de horror del martes pasado, en un club nocturno en Coatzacoalcos, ha provocado que las criticas en contra del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez aumenten a la velocidad de la luz. La nula comunicación política del mandatario y la ineficiente actuación de sus colaboradores así lo revelan.

 “Las desgracias de Cuitláhuac”, como intitula hoy su columna el periodista Raymundo Riva Palacio, es un botón de muestra. Dice el analista que “Cuitláhuac García, el gobernador de Veracruz, no es más torpe porque el día no tiene más horas, ni luce más ignorante, porque prefiere guardar silencio”.

“Algo tiene que hacerse con el Gobernador, por su incapacidad de mando, falta de liderazgo, incompetencia como político, y lastre para López Obrador”, señala el reportero.

La embestida social, en las benditas redes y medios de comunicación, provoca que columnistas, analistas políticos escriban y/o divulguen que “Veracruz necesita de un gobernador que gobierne. Requiere de un líder que tenga a su equipo cohesionado.” 

La violencia no llegó al palacio de gobierno con García Jiménez. En Veracruz, desde Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes, se incrementó el crimen pero se volvió campo de batalla entre los diferentes grupos delictivos desde diciembre pasado.

Riva Palacio remata: “El gobernador, protegido por el Presidente. García se ha convertido en un lastre para López Obrador y lo está arrastrando políticamente. Tiene que sacudírselo. Ese pie con gangrena le va a subir por el cuerpo a menos que se lo corte. Tener un pelele en un estado problemático no le funcionó, pero es mejor pagar el costo que el Congreso, dominado por Morena, lo lleve a juicio político y lo destituya, a que siga contaminando la cruzada de López Obrador.”

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