En Rusia, veterinarios consiguieron que una perrita callejera que había sido encontrada en grave estado volviera a caminar. Monika recibió cuatro prótesis biónicas que le han devuelto la movilidad.

En diciembre del 2020, en la aldea de Plastunovskaya, al oeste de Rusia, se hizo un terrible hallazgo: voluntarias encontraron a una perrita que había sufrido un severo maltrato. Sus cuatro patas habían sido mutiladas.

Al principio, los veterinarios creyeron que Monika no sobreviviría. Le colocaron varias transfusiones de sangre y le amputaron las patas heridas. Su vida estaba en riesgo y, ante la gravedad de las heridas, los veterinarios llegaron a considerar la eutanasia.

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Las rescatistas que hallaron a Monika estaban en desacuerdo con el diagnóstico de los veterinarios. Así que contactaron a Sergei Gorshkov, un veterinario especialista que reside en la ciudad de Novosibirsk.

Gorshkov se especializa en prótesis para animales y, cuando se enteró del caso, creyó que podría intervenir en favor del animal. Para solventar los costos del tratamiento, las rescatistas lanzaron una campaña de recaudación donde consiguieron más de 400 mil rublos rusos, equivalentes a más de 120 mil pesos mexicanos.

En una larga y compleja operación quirúrgica, Goshkov consiguió colocar cuatro prótesis biónicas en las patas de la perrita. Dichas prótesis fueron fabricadas ex profeso para Monika usando una impresora 3D.

A pesar de lo riesgosa que fue la operación, Monika salió adelante. A las pocas semanas de la intervención ya había conseguido ponerse de pie y recuperar la movilidad.

Su recuperación ha impresionado a los veterinarios y las rescatistas que lucharon porque fuera atendida:

“No éramos muy optimistas al respecto. Pero al tercer día empezó a ponerse de pie y caminar alrededor de la clínica, yendo de un cuarto al otro”, declaró Sergei Gorshkov a la cadena CNN.

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