Tras la publicación del tercer informe trimestral del Gasto Público, transparentado desde la Secretaría de Finanzas y Planeación, varios de los secretarios de despacho en el gobierno Cuitlahuista buscan el mejor lugar y pretexto para esconder la ausencia de resultados y sus ineptitudes.

Uno de los que tiembla y tambalea es Guillermo Fernández, el secretario de SEDESOL, que no puede sostener de ninguna manera todos los rollos sociales que se inventó para disminuir la pobreza en el estado. Como de desarrollo social solo sabe ser un “gritoncillo de colonia”, se puso a organizar denuncias penales para que la bolita quedará en la Fiscalía General del Estado.

Esta circunstancia la quiere aprovechar el zorruno diputado multicolor José Manuel Pozos Castro. Trasciende que el aún legislador local por el distrito de Tuxpan ya afila sus uñas para ocupar la titularidad de la SEDESOL en Veracruz, de la mano de una asesora estrella de cabecera, la cual quiere pavo para la cena de Navidad.

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Mientras tanto, ya hay una docena de prospectos a funcionarios sedesolianos provenientes de todos los partidos (PRI, PAN,PRD, PVEM, MORENA y algún colado de Podemos) que a marchas forzadas y con denodado esfuerzo toman capacitación para aterrizar en la dependencia, ya que Pozos Castro les ha dicho que el gobernador Cuitláhuac García no quiere volver a equivocarse en esa área.

Desde luego, Pozos Castro sigue contando con el padrinazgo del presidente de la JUCOPO, Javier Gómez Cazarin, y jura que será el próximo secretario de esa importante institución “quesque” la familia García ya se la prometio. 

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