México.- De no aportar mayores recursos a la preservación, renovación e innovación de la infraestructura hídrica del país, se prevé una guerra interna por el agua, sentenció el director general del departamento de Irrigación de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), Rafael Sánchez Bravo.

Por eso, llamó al Congreso de la Unión a elevar a 90 mil millones de pesos el presupuesto federal para el año 2020.

“Pues de lo contrario la guerra entre colonias, pueblos y comunidades se agudizará como resultado de que el Estado no considera el agua como asunto de seguridad nacional”, dijo Sánchez Bravo.

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En el marco de la discusión del Presupuesto de Egresos para 2020, enfatizó que la inversión debe ser con carácter urgente y más allá de criterios políticos o democráticos, ya que México es uno de los siete países del mundo que padecen estrés hídrico, además de que se prevé que para el 2050, se tendrá 30 por ciento menos agua de la que actualmente existe en territorio nacional.

El directivo propuso destinar más de mil millones de pesos a la investigación e innovación en materia hídrica, crear un Programa Nacional de Gestión de Recursos Hídricos, un Modelo Integral de Cuencas, Esquemas Efectivos de agua para que llegue a las comunidades rurales y establecer un Modelo de Capacitación Agroecológico para que los grandes, medianos y pequeños productores ahorren agua en sus procesos productivos.

Durante su participación en la Convención Nacional en Defensa de un Presupuesto Digno para el Sector Hídrico 2020, Sánchez Bravo evidenció la crisis en México, sin mantenimiento en su infraestructura de almacenamiento en presas de más de 50 años y con altos niveles de contaminación en el agua que se capta, así como tarifas estratosféricas para utilizar el vital líquido en el medio rural.

El profesor e investigador de la UACh lamentó que no se invierta suficiente en generar nuevas tecnologías hídricas, que la pelea por el agua sea entre los que viven en las montañas y las zonas bajas del país, así como el olvido en el tratamiento de las aguas residuales, las cuales están contaminando las cuencas y las están haciendo inútiles.

Sánchez Bravo reconoció las cifras dramáticas respecto a que mientras en 1910 cada habitante consumía 31 mil metros cúbicos de agua por año, para 2010 la cifra bajó a 18 mil metros cúbicos por año y para 2019 la cifra sólo fue de tres mil metros cúbicos.

Insistió en que México debería considerar el tema de agua entre los cinco problemas más importantes a resolver, como se hace con la inseguridad, pero lamentablemente no es una prioridad.

Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el agua figura entre los 10 problemas globales a resolver a nivel mundial.

“La insistencia de pedir un presupuesto para 2020 tiene como fin preservar los recursos hidráulicos, garantizar agua potable y el saneamiento de agua residual2, advirtió Sánchez Bravo.

“La infraestructura hídrica es propiedad de la nación y si deseamos tener dependencia alimentaria, necesitamos -a su vez- ampliar la infraestructura hidroagrícola en los Distritos de Riego y de Temporal Tecnificado”, concluyó el profesor e investigador de la UACh.

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