La Taquería Garibaldi, ubicada en Sacramento (California, EE.UU.), utilizó a un falso sacerdote para que su personal admitiera “pecados” realizados en el lugar de trabajo, según un comunicado publicado recientemente por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos (USDOL, por sus siglas en inglés).

Un empleado declaró ante un tribunal federal que durante su turno laboral el supuesto cura instaba a los trabajadores a “sacar los pecados” preguntándoles si habían llegado tarde al trabajo, si habían robado a su jefe o si querían perjudicarlo de alguna manera.

Asimismo, el local no remuneraba las horas extras, pagaba a los administradores con las propinas conjuntas del personal y amenazaba a los trabajadores con represalias y consecuencias inmigratorias adversas por cooperar con el USDOL, llegando incluso a despedir a un hombre que creían que les había denunciado ante dicho departamento.

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Sentencia acordada

En consecuencia, un juez ordenó a los dueños del establecimiento pagar 140.000 dólares a sus 35 trabajadores en concepto de sueldos atrasados, daños y perjuicios. La empresa, que opera un total de tres restaurantes, accedió a una sentencia acordada.

Asimismo, la compañía tendrá que pagar otros 5.000 dólares al Departamento de Trabajo estadounidense en concepto de multas civiles debido al carácter deliberado de sus violaciones del código laboral del país norteamericano.

“Los intentos despreciables de esta empresa para tomar represalias contra el personal tenían por objetivo silenciar a los trabajadores, obstruir una investigación y prevenir la recuperación de salarios no pagados”, aseveró Marc Pilotin, procurador regional de trabajo en San Francisco.

En este sentido, el funcionario aseguró que las autoridades que se ocupan de estos asuntos no tolerarán dicha conducta, detallando que tomarán “medidas rápidas” para dejar claro que la ley establece que el estado inmigratorio no está relacionado con los derechos laborales.

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