El presidente Andrés Manuel López Obrador busca descabezar los nuevos liderazgos en el país por medio del uso faccioso y burdo de las instituciones y quiere que las cosas sean como en el pasado autoritario, con la visión de un solo hombre que gobierna desde la plaza pública y no resuelve los graves problemas del país, aseveró el presidente del Consejo Nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro.

En entrevista con El Universal, el también senador expuso que el gabinete del presidente López Obrador es mediocre y sin preparación, por eso el primer mandatario está delegando funciones a las Fuerzas Armadas, pues le gustan la disciplina y la lealtad a ciegas, como la de los militares a quienes busca dejar el control de la Guardia Nacional.

¿Qué le dice a quienes aseguran que MC tiene una alianza con el presidente?

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—Nosotros no estaríamos renuentes a tener acuerdos con el presidente de la República porque somos la única organización que le hemos demandado que asuma su encargo. Él se siente muy cómodo en la plaza pública, por eso todas sus comunicaciones políticas son desde una tribuna. Gobernar no significa estar frente al pueblo, sino estar en un escritorio, en mesas de trabajo, viendo estrategias para el desarrollo y la reactivación económica, para resolver los problemas de la población, crear infraestructura. Eso requiere de tiempo y el presidente no lo usa para ello.

El problema del presidente López Obrador es que a quienes no piensan como él, los ve como adversarios y existen muchas razones para no pensar como él, porque está aferrado a regresar al siglo XIX cuando debería estar pensando en las postrimerías del siglo XXI.

¿En las alianzas legislativas en San Lázaro hacia dónde ve viable MC pactar, con PRI, PAN y PRD o con Morena y sus aliados?

—Cuando el presidente López Obrador ha hecho reformas regresivas, ha sido acompañado por legisladores de los partidos históricos. Movimiento Ciudadano ha mantenido una línea muy clara: somos partidarios de una creciente participación de la ciudadanía en la toma de decisiones, donde se escuchen todas las voces. Ahí está la gran diferencia con el gobierno actual, uno que desea que los cambios se den verticalmente y no en la construcción de consensos.

¿Votará cada reforma o cada tema en conciencia?

—Hay muchos temas donde hay coincidencia con Morena y el gobierno, como los derechos de las mujeres o nombramientos que requiere el Ejecutivo federal, donde no hemos escatimado una designación. Aprobamos las ternas para renovar el Poder Judicial, los embajadores, cónsules. No regateamos la facultad del Ejecutivo de integrar su equipo.

“AMLO está aferrado a regresar al siglo 19; al pasado autoritario”

Pero hay otros en lo que hemos frenado decisiones o reformas que, desde nuestro punto de vista, son arbitrarias y van en contra del sentimiento de la sociedad, como haber creado como se pretendía en un principio, una Guardia Nacional militarizada. Movimiento Ciudadano, junto con otras fuerzas, modificó la reforma después de que en San Lázaro la bancada de Morena, apoyada por partidos históricos, había aprobado una reforma que creaba una guardia militar.

¿En 2024 MC buscará una candidatura propia a la Presidencia de la República?

—Movimiento Ciudadano construirá primero un proyecto de nación y después será relevante quién es la personalidad que pudiera encabezar ese ejercicio. No creo en liderazgos iluminados.

¿Movimiento Ciudadano tiene esos cuadros para gobernar el país?

—Movimiento Ciudadano tiene una nueva generación de políticos frente a un manifiesto ejercicio del presidente de la República, que pretende descabezar los liderazgos nacionales y regionales. Nuestro partido apuesta por los nuevos liderazgos de mujeres, hombres, jóvenes con una sólida preparación para dar la cara a un proyecto alternativo; a quienes quieren que las cosas sean como antes y quieren regresar a México a un pasado autoritario, con visión de un solo hombre.

¿El presidente López Obrador le teme a estos nuevos liderazgos?

—Pues a todos los liderazgos nuevos los ha querido cuestionar. En nuestro caso recuerden la campaña en contra de Luis Donaldo Colosio, de Samuel García, de Pablo Lemus, a quien acusaban de problemas con el SAT; a Eliseo Fernández en Campeche. El propio senador Juan Zepeda fue agraviado. A los liderazgos históricos los presenta López Obrador con denuncias y hace que sean descabezados a nivel nacional y regional.

¿Qué opina del papel de la FGR y de la UIF respecto a actores políticos?

—Es un ejercicio que podemos calificar como trágico. Una personalidad que vence adversidades y logra llegar a la Presidencia debería tener un claro compromiso con el respeto al Estado de derecho y lamentablemente en su gobierno no lo hay.

Usa facciosamente instrumentos del poder que le dieron de manera excesiva los partidos históricos, con reformas para ampliar el catálogo de prisión preventiva en delitos electorales, defraudación fiscal, entre otros. Le dieron la facultad de afectar liderazgos independientes del sector empresarial y político. Esto lo ha venido haciendo de manera muy burda; es un pendiente que tiene con la congruencia.

¿Qué opina de que ahora López Obrador quiere que la Guardia Nacional sea parte de la Sedena?

—El mismo presidente que cuando era opositor decía que los militares debían regresar a los cuarteles, ahora, por falta de equipo, porque la verdad tiene un equipo de gobierno bastante mediocre, sin preparación, ha preferido la lealtad de las Fuerzas Armadas. Darles más facultades que no les corresponderían en un ejercicio civil, pero tienen disciplina y lealtad ciegas, como a él le gusta.

¿Qué opina de los dichos del subsecretario López-Gatell sobre el golpismo?

—El doctor López-Gatell, cuando fue al Senado, dijo que habría un máximo de 8 mil muertes por la pandemia en México. Cuando empezaron a crecer, dijo que el peor escenario serían 30 mil. Si la estrategia tenía esos escenarios, es claro que fue desbordada y eso trae consecuencias.

En cualquier democracia ofrecer algo y dar un resultado contrario implica la separación del cargo. La dignidad del ejercicio de la administración exige que los gobernantes den resultados. Sin embargo, vemos un presidente que insiste en defender a funcionarios incompetentes, cuya falta más leve es mentir y la más grave es que se multiplique más de 15 veces el número de muertos.

Tomado de El Universal

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