En noviembre de 2020, los senadores y diputados desaparecieron 109 fideicomisos entre ellos el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden); sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador creó su propio fondo, el cual tiene 17,156 millones de pesos actualmente.
Hoy en día, está en funcionamiento el Programa para el Fondo de Desastres Naturales, el cual surgió en sustitución del Fideicomiso Fonden, que actualmente está en proceso de extinción por el decreto de 2020.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), este nuevo Fonden destina dinero para programas y proyectos destinados a mitigar los daños provocados por fenómenos naturales.
Ahora este fondo se encuentra asignado a la SHCP, específicamente a la Unidad de Política y Control Presupuestario, y esta dependencia es la que transfiere los recursos a los ejecutores, que pueden ser desde un estado hasta una secretaría, a fin de que se apliquen a proyectos de recuperación tras un desastre.
Tan sólo al segundo trimestre del año, la SHCP había entregado más de 5,398 millones de pesos a diversas áreas del gobierno, como las secretarías de Marina, Cultura, Medio Ambiente, Desarrollo Agrario e Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, para diversas acciones relacionadas con la contratación de un seguro catastrófico, reconstrucción de carreteras y monumentos arqueológicos, entre otros.
Además, en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024 ese prevé destinar a este fondo más de 17,984 millones de pesos.
Por otra parte, para tener recursos complementarios para atender eventos de gran severidad, el Gobierno federal cuenta con otros dos mecanismos; el primero es una póliza contratada de seguro para catástrofes, con una suma asegurada de 5,000 millones de pesos para atender daños a los sectores salud, carretero, educativo, hidráulico, vivienda y urbano.
El segundo es un bono para catástrofes que ofrece una cobertura de hasta 485 millones de dólares y que se activa según el nivel de severidad en casos de huracanes y terremotos. Ayer, se activó tras el impacto del huracán Otis en las costas de Guerrero.
El viejo Fonden, aún con 95 mdp
Según información de la Secretaría de Hacienda, el Fideicomiso Fondo de Desastres Naturales (Fonden) tiene aún disponibles 95 millones 961,000 pesos para los gastos de operación y actos tendientes a su extinción ordenada en 2021 por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Al tercer semestre de 2023, había un avance del 43% en el proceso de extinción de este Fonden, el cual operó como un fideicomiso durante los gobiernos de Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto para prevenir, disminuir y combatir los efectos y contingencias derivadas de fenómenos naturales.
En 2020, el Fideicomiso 2003 Fondo de Desastres Naturales llegó a contar con recursos disponibles de 30,400 millones de pesos; un año después tenía sólo 53 millones 400,000 pesos, según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
Tras la extinción del fideicomiso, la Secretaría de Hacienda recibió entre marzo y junio de 2021más de 25,181 millones de pesos éste, el cual era administrado por la Secretaría de Gobernación (Segob).
Surgimiento y desaparición del fideicomiso
El Fideicomiso 2003 Fonden fue creado a finales de julio de 1999 por José Ángel Gurría Treviño, secretario de Hacienda, para atender los efectos adversos originados por los desastres naturales en el ámbito del gobierno federal de manera coordinada con los gobiernos estatal, municipal y del entonces Distrito Federal.
Cada año, el fondo recibía aportaciones de los remanentes generados de cada ejercicio fiscal, así como una asignación presupuestal, donaciones y los rendimientos generados por la inversión. Contaba con un comité técnico y reglas de operación para el reparto del dinero después de los desastres naturales que azotaron a México.
Durante los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, la Segob era encargada de hacer las declaratorias de emergencia por un desastre natural. Tras ello, el dinero era enviado a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que era la encargada de hacer padrones de beneficiarios, como ocurrió en los sismos de septiembre de 2017 con la construcción de viviendas de Chiapas, Oaxaca, Morelos, Guerrero, Estado de México y Ciudad de México.
No obstante, tras llegar a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador calificó al Fonden como un instrumento plagado de corrupción.
El mandatario señaló que era una práctica declarar emergencias, zonas de desastre y autorizar compras masivas o hacer obras sin licitación, así como transferir dinero del gobierno federal a los estados para que hicieran lo propio.
“Si había una sequía, si había una inundación, entonces se usaba el Fonden y no llegaba el dinero a la gente”, acusó. “(Había) muchas irregularidades, para decirlo amablemente. Entonces, ya se termina con eso”.
López Obrador adelantó desde 2020 que mejor Hacienda manejaría los fondos cuando se necesitaran y en caso de que no alcanzaran, se ampliarían los presupuestos de las dependencias federales que lo requirieran.
Por su posición geográfica, México se encuentra expuesto al riesgo permanente de enfrentar contingencias derivadas de fenómenos naturales, como huracanes y sismos, lo cual representa presiones adicionales al gasto público federal.