El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo ver con buenos ojos la reunión de obispos con integrantes del crimen organizado para intentar lograr un acuerdo de paz en Guerrero; sin embargo, reconoció que el Estado mexicano es el responsable de garantizar la seguridad en el país. 

“Siempre los sacerdotes, integrantes de todas las iglesias participan, ayudan, en la pacificación del país, lo veo muy bien, creo que todos tenemos que contribuir a conseguir la paz, desde luego la responsabilidad de garantizar la paz y tranquilidad es del Estado, eso debe de quedar muy claro”, dijo López Obrador en conferencia de prensa desde Acapulco, Guerrero.

El mandatario insistió en que su gobierno respalda dichas reuniones, pero no el que en ellas se hagan acuerdos que signifiquen concederle impunidad al crimen.

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“Nosotros lo vemos bien, lo vemos muy bien, nada más que nada de acuerdos que signifiquen conceder impunidad, privilegios, licencias para robar, pero el que quiere abandonar ese infierno, porque también eso se tiene que tener muy claro, la jaula aunque sea de oro no deja de ser prisión”, continuó.

Ayer, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, informó que los cuatro sacerdotes de Guerrero se reunieron con líderes de la delincuencia organizada para pactar la paz, pero no hubo acuerdos por la división del territorio.

En conferencia de prensa luego de la celebración litúrgica del Miércoles de Ceniza en la Catedral de la Asunción de María de Chilpancingo, González Herández informó que sus homólogos Joel Ocampo Gorostieta, de Ciudad Altamirano; Dagoberto Sosa Arriaga, de Tlapa; y el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, buscaron diálogo con los criminales antes de que se desatara la crisis por la violencia contra transportistas en Acapulco, Zihuatanejo, Taxco, Chilpancingo e Iguala.

“Los obispos de Guerrero empezamos a buscar diálogos con jefes que pueden darnos la paz, pero todavía les di misa, se mueven intereses en el corazón y en la cabecita de cada uno, y no se logró, pero no nos detendremos en seguir buscando los espacios de diálogos”, sentenció.

Detalló que los líderes de los grupos criminales “pedían una tregua con sus condiciones, pero esas condiciones no fueron de agrado a algunos de los participantes”; dichas condiciones eran “territorio, entonces no lo sueltan, les ha costado vidas, les ha costado trabajos, les ha costado dizque ganárselos”.

Ante este panorama, el obispo dijo que se tienen que buscar “otras maneras” de ofrecer la mediación a los delincuentes: “Nosotros creemos que el gobierno tiene la solución (…) ellos (las autoridades) tienen poder, tienen los recursos, tienen los medios, ellos pudieran mediar, pero parece que los han abandonado, o nos han abandonado”.

A pregunta expresa de con cuántos grupos se reunieron, explicó que cada obispo se reunió por separado con distintos líderes, en su caso tuvo encuentros con grupos del crimen organizado que operan en la región Tierra Caliente y la Sierra. Estas reuniones se llevaron a cabo tras la reunión con el papa Francisco en el Vaticano, en junio del año pasado.

Resaltó que los cuatro obispos de Guerrero “estamos muy motivados para poder nosotros alzar la voz”, incluso el papa Francisco les sugirió invitar a otros obispos de Morelia, Puebla, Oaxaca y a toda la Conferencia Episcopal Mexicana.

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