A tres años de gobierno, el presidente López Obrador sostiene que se está “pacificando” el país con la supuesta estrategia de “abrazos y no balazos”. No es verdad, la violencia se sigue recrudeciendo. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública ha reportado alrededor de 107 mil homicidios, lo cual significa que se cometen cerca de 100 asesinatos cada día. Los feminicidios continúan al alza y suman al menos 2,891 casos. También se han reportado más de 650 mil casos de violencia familiar, más de 172 mil robos con violencia, casi 26 mil extorsiones y más de 3,500 secuestros. Todo lo anterior, con alrededor de 93% de los delitos sin denuncia, como nos lo informa el INEGI y como refleja el trabajo de Causa en Común “Crisis de denuncia… ¿Y manipulación y ocultamiento de información?”.

Pero no solo es la criminalidad, sino también la forma en la que ésta se lleva a cabo; es decir, verdaderas atrocidades. En un conteo realizado por Causa en Común en medios de comunicación, en lo que va del sexenio se han reportado al menos 1,089 masacres, 1,847 fosas clandestinas, 1,331 descuartizamientos y 1,738 casos de tortura.

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El gobierno sigue empeñado en un enfoque militarista en detrimento del desarrollo policial, ministerial y penitenciario. María Elena Morera comentó que, para dar seguimiento a este proceso de militarización y destrucción de policías, Causa en Común coordina los siguientes esfuerzos: el “Observatorio de la Guardia Nacional y la militarización”, el “Conteo de Policías Asesinados” y el “Informe sobre paros de policías”.

En su intervención, el doctor José Ramón Cossío dijo que, ante la ausencia de un auténtico Sistema Nacional de Seguridad Pública, existe la ilusión de que esa carencia institucional se subsana con la presencia de las Fuerzas Armadas. Precisó que “mientras no haya esa reflexión, solo se están moviendo pequeñas piezas sin transformar la realidad estructural”.

El doctor Curzio planteó que “las estrategias de seguridad no han funcionado porque las hemos centralizado y politizado. Señaló que el Ejército y la Marina cada vez hacen más cosas, y hay una sobredimensión de expectativas”. […] “El país es un desastre organizativo, y eso alimenta la cultura de la ilegalidad y del antagonismo que legitima el incumplimiento de la ley”.

Por su parte, Martha Tagle precisó que “hoy en día las violencias contra las mujeres se han convertido en amenaza y riesgo para el ejercicio de los derechos de las mujeres”. Dijo que “atribuir todo al crimen organizado, opaca y deja de lado el otro tipo de violencias que existen y afectan a la sociedad”.

En su intervención, María Elena Morera mencionó que “las reflexiones que han surgido en este foro subrayan algo fundamental: que el país vive una emergencia, que la crítica al poder es más necesaria que nunca, que debemos de insistir en que este camino hacia el desastre no es una fatalidad, y que existen otras vías acordes con nuestra democracia y nuestras libertades. Sobre todo, que la resignación nunca es una opción”.

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