El expresidente Ernesto Zedillo defendió la reforma judicial de 1994, subrayando su objetivo fundamental: establecer un Poder Judicial verdaderamente independiente del Ejecutivo, criticando además la actual retórica sobre la reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, calificando de “soberanas mentiras” las comparaciones que equiparan ambas reformas.

En entrevista con el periodista Carlos Loret de Mola para Latinus, Zedillo aseguró que “la justicia no se hace por referéndum ni por consulta ciudadana; eso es una barbaridad”, refiriéndose a las propuestas actuales que buscan legitimar cambios judiciales mediante métodos que él considera inapropiados.

Al describir la reforma de 1994, destacó que fue diseñada para contrarrestar un histórico abuso de poder por parte del régimen del PRI que había sometido al Poder Judicial al Ejecutivo, convirtiéndolo en un mero instrumento de este último.

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Durante la entrevista, Zedillo recordó las conversaciones que mantuvo con legisladores de todos los partidos, donde se discutieron las injusticias que habían permitido que el Poder Judicial se viera sometido a las decisiones del presidente en turno. “Estuvimos de acuerdo en que esto no era correcto. Una democracia necesita un Poder Judicial independiente”, enfatizó.

Zedillo reflexionó sobre cómo la consolidación de un Poder Judicial autónomo no sólo beneficiaría a la justicia, sino que también sentaría las bases para una democracia más robusta. “Si queremos tomar en serio esta construcción democrática, debemos asegurar un Poder Judicial que controle al Ejecutivo y al Legislativo”, declaró, abogando por una estructura de poder equilibrada.

Uno de los retos que enfrentó Zedillo al implementar la reforma fue la necesidad de reducir el número de ministros en la Suprema Corte de 26 a 11, lo que él considera esencial para su correcto funcionamiento. “Tener una corte de 26 miembros es realmente disfuncional”, señaló, subrayando la dificultad de hacer ajustes sin que el presidente de la República pudiera influir en la selección de los magistrados.

Zedillo también destacó el papel de los juristas y colegios de abogados en el proceso de selección de los nuevos ministros. “No podía simplemente elegir a quienes me gustaran; tenía que seguir un proceso que respetara el espíritu de la reforma”, afirmó. A través de un diálogo abierto y respetuoso, se buscó establecer ternas para que el Senado decidiera quiénes serían los nuevos integrantes de la Corte.

Sobre Claudia Sheinbaum: dos caminos para la nueva presidenta de México

El expresidente reflexionó sobre el futuro de Claudia Sheinbaum, planteando dos posibles caminos para la nueva presidenta: convertirse en un símbolo de un “partido único y quizás una tiranía”, o asumir el rol de líder de una “república democrática progresista”. Subrayó que la clave para una buena gobernanza radica en respetar el Estado de derecho y la Constitución.

Además, hizo hincapié en la necesidad de retomar la política exterior tradicional de México, lo que sugiere un enfoque más equilibrado y soberano en las relaciones internacionales. 

Cabe señalar que este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó a las críticas del exmandatario Ernesto Zedillo contra la reforma al Poder Judicial. 

En su conferencia matutina de este miércoles, el mandatario insistió en que hay una guerra sucia en contra de su gobierno por los cambios que ha impulsado. 

López Obrador criticó que Zedillo no apareciera en México recientemente, porque se iba “con los pseudo intelectuales del conservadurismo a participar en conferencias internacionales”. 

“No hablaba de México y ahora si vino y se desató y así está desatada toda la maleantada, como dicen de mi tierra por algo será, esto significa que este vamos muy bien”, señaló. 

El expresidente Ernesto Zedillo consideró este domingo que la reforma al Poder Judicial, para elegir a juzgadores por voto popular, busca la destrucción de su independencia para ponerlo al servicio de la fuerza política en el poder.

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