El Estado de México, que celebra elecciones este domingo, tiene el padrón más grande del país, concentra el mayor número de beneficiarios de programas sociales y es uno de los últimos reductos del PRI, que ha gobernado la entidad desde 1929.

En esta entidad se forjó la cofradía más famosa y poderosa del PRI en México, el Grupo Atlacomulco, del que salieron la mayoría de los gobernantes estatales, además del presidente Enrique Peña Nieto.

La tradición señala que el Estado de México es el laboratorio electoral del país porque sus comicios ocurren un año antes de los presidenciales y son un termómetro de lo que sucederá en las federales. Por ejemplo, en las elecciones de 2011 el candidato tricolor, Eruviel Ávila, arrasó al obtener tres millones de votos, contra un millón de Alejandro Encinas, del PRD.

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Un año más tarde, Peña Nieto ganó la elección presidencial con una ventaja holgada, superior a tres millones de votos.

Pero en las elecciones de 2017, el escenario cambió: Alfredo del Mazo logró dos millones 40 mil votos, por un millón 871 mil de Delfina Gómez y un millón 84 mil de Juan Zepeda. En las presidenciales de 2018, Andrés Manuel López Obrador refrendó el gran comportamiento que se había advertido en la disputa por la gubernatura apenas un año antes.

En ese 2018 se enfrentaron por un lugar en el Seando quienes hoy son candidatas a la gubernatura: Delfina Gómez, por la coalición encabezada por Morena, y Alejandra del Moral, por la que reunía al PRI, Nueva Alianza y el Partido Verde. Los resultados no guardaron parecido alguno con los de 12 meses antes, ya que la maestra alcanzó 3 millones 800 mil votos por apenas un millón 800 de la priista.

En el Estado de México pueden votar 12.6 millones de ciudadanos, es el padrón más grande del país, equivalente a la población de Uruguay y Paraguay juntos.

Tanto Alejandra del Moral como Delfina Gómez usaron la promesa de entregar programas sociales como un mecanismo para captar votos. En el estado se entregan beneficios de 61 programas de atención a los mexiquenses, la mayoría en materia de educación, trabajo, alimentación y salud.

El Estado de México no sólo ejerce el presupuesto más robusto del país con 356 mil millones de pesos, también el de mayor monto para las elecciones a gobernador. Las candidatas a la gubernatura tuvieron un tope de 448 millones de pesos para gastos de campaña, el doble del presupuesto disponible para las Universidades del Bienestar en comunidades indígenas.

De acuerdo con expertos en política y elecciones en esa entidad medirán fuerzas una maquinaria electoral tradicional y una emergente, en la disputa por ver cuál es más poderosa.

Por un lado, el Grupo Atlacomulco que opera para el PRI y mantiene su hegemonía en el Estado de México desde 1929, por lo que de ganar los comicios a través de la coalición que encabeza con el PAN y el PRD llegará a 100 años en el poder.

En el otro bando se encuentra el Grupo Texcoco, agrupación de políticos que buscan la alternancia como ya sucedió en ese municipio, además de Ecatepec y Nezahualcóyotl, municipios con la mayor cantidad de electores en la entidad.

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