México se convirtió en el tercer país con el mayor número de huérfanos como consecuencia de las muertes por COVID. Más de 244 mil niñas, niños y adolescentes han perdido a sus padres o cuidador principal durante la pandemia.

Para muchos mexicanos, esta fecha resulta complicada debido a que trae a cuenta la ausencia de un miembro de la familia, muerto por haber padecido COVID-19. En el periodo de pandemia, México se convirtió en el tercer país con el mayor número de huérfanos como consecuencia de las muertes por COVID. Más de 244 mil niñas, niños y adolescentes han perdido a sus padres o cuidador principal durante la pandemia.

“Hasta la fecha está siendo un poco difícil puesto que él, él era una parte importante para nosotros, él no pensó más bien que tenía covid. Escuchaba uno de otras personas y decía uno pues ya fulanito falleció, jamás pensamos que nos fuera a tocar y menos de esa magnitud”, narró Elsa.

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El pasado 17 de noviembre, Rubén de 53 años, falleció de covid, dejó a su esposa Elsa y sus dos hijos menores de edad, María José y Miguel.

“Para los niños fue difícil porque pues ellos hacían sus cartitas con mucha emoción de que su papá iba a regresar, cuando sucede lo contrario pues muy difícil aceptarlo”, contó Elsa.

Desde entonces, los menores tuvieron dificultad para asimilar el deceso de su padre. Actualmente reciben apoyo psicológico.

“Ellos sabían que las personas fallecían y que estaban en un ataúd, pero desafortunadamente con mi esposo no pudo ser lo mismo. Mi hija no sabía que era ni siquiera una cremación, entonces cuando yo ya le digo tu papá está ahí, pues lo primero que dijo fue, papá y quién va bailar conmigo ahora en mis 15 años, mi niño nada más lloró por unos instantes y de ahí para acá jamás ha vuelto a tocar el tema de su papá”, explicó la viuda.

María José de 9 años y Miguel de 7, son parte de los 445 menores huérfanos de padre, madre o ambos que la pandemia de covid ha dejado sólo en el estado de Hidalgo.

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“Cuando nosotros llegamos aquí a la Clínica 1 de Pachuca, él ingresa el 6 de octubre y duró tres semanas en estado grave, hablar con los niños y decirles que su papá ya no estaba fue un momento muy difícil”, explicó Yareli Martínez, viuda de enfermo COVID.

Luis de 49 años era chofer de transporte de carga, cuando murió dejó a su esposa Yareli y a sus dos hijos de 7 y 9 años.

“Económicamente éramos dependientes 90% de él, si bien yo me dedicaba a la actividad económica, no era lo que él representaba para nosotros, y en muchos aspectos, el que ya no esté una parte de la familia lo cambia todo”, destacó Yareli.

Tras su pérdida, Yareli tuvo que juntar todos sus ahorros para abrir una papelería y buscar la manera de sacar adelante a sus dos hijos, quienes también han recibido terapia para asimilar la muerte de su padre.

“Les afectó, hay cambios de humor, hay actitudes diferentes”, concluyó Yareli.

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