Néstor Isidro Pérez Salas, apodado El Nini, fue extraditado el sábado por la mañana de México a Estados Unidos, según indicó el fiscal general, Merrick B. Garland, en un comunicado publicado en la web del Departamento de Justicia.

“El Nini era uno de los principales sicarios del cártel de Sinaloa, y responsable del asesinato, tortura y secuestro de rivales y testigos que amenazaban los negocios criminales de narcotráfico”, precisó.

Le acusó además de “participar en la producción y venta de fentanilo del cártel de Sinaloa, incluso en Estados Unidos”.

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La extradición de El Nini se detuvo en dos ocasiones: días después de su detención y a finales de diciembre pasado, por dos jueces distintos, luego de que Pérez Salas promoviera, a través de sus abogados, un amparo contra el proceso.

Garland agradeció Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador por “sus extraordinarios esfuerzos” para detener y extraditar a El Nini, que se sumará así, dijo, “a la creciente lista” de capos del narcotráfico juzgados en Estados Unidos por “inundar nuestras comunidades con fentanilo y otras drogas”.

Pérez Salas, quien actuaba como jefe de seguridad de los hijos del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán Loera, fue detenido en noviembre por las autoridades mexicanas en un operativo militar en Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa.

El Departamento de Estado lo consideraba como “uno de los líderes del aparato de seguridad de Los Chapitos, el apodo que reciben los hijos de El Chapo, que asumieron parte del control del cártel cuando su padre fue detenido, extraditado, juzgado y condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, donde ahora cumple condena.

El Nini trabajaba directamente para el principal lugarteniente de [uno de los hijos de El Chapo,] Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Óscar Noe Medina González, y era considerado responsable de la seguridad del cártel en Sinaloa, según el Departamento de Justicia.

Para aprehenderlo, el Ejército mexicano y la Guardia Nacional desplegaron un operativo por aire y tierra en un exclusivo vecindario de Isla Musala, en el norte de Culiacán, donde tomaron el control de un domicilio.

La ficha de detención de El Nini lo describía como un hombre de unos 30 años, tez blanca, complexión media con barba y bigote y cabello castaño. En el momento de su captura vestía un suéter, pantalón y tenis negros. Tras ser detenido, fue puesto bajo custodia de la Fiscalía y trasladado a la Ciudad de México.

Culiacán, la capital de Sinaloa, ha sido el escenario de múltiples operativos contra miembros del cártel, incluidas dos incursiones para atrapar a Ovidio Guzmán, otro de los hijos El Chapo.

Ovidio Guzmán, alias El Ratón, fue extraditado en septiembre a Estados Unidos y fue puesto en custodia federal en Chicago bajo cargos relacionados a violencia y tráfico de drogas. Había sido detenido en enero de 2023 en Culiacán en una operación que se cobró al menos 30 vidas.

La detención de Guzmán benefició al Gobierno de López Obrador: por una parte, alivió la humillación de las fuerzas armadas luego de que los sicarios del cártel obligaron a las autoridades a liberarlo en 2019, tras apresarlo. Y ayudó a disminuir la percepción de que el presidente mexicano, quien ha visitado frecuentemente Sinaloa y ha elogiado a su población, ha sido más suave con el cártel dominante en la región que con otras bandas.

Mientras el excapo del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, cumplía una condena a cadena perpetua en una cárcel de máxima seguridad de Colorado, sus hijos giraron el negocio familiar hacia el tráfico de fentanilo, y crearon una red de laboratorios que producen cantidades masivas de esta droga barata y letal para traficarla a Estados Unidos, según reveló la Fiscalía en una acusación.

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