“A las pruebas me remito”, expresó hoy el presidente Andrés Manuel López Obrador, al reafirmar los proyectos y fechas de término de las mayores obras de su gobierno, como el aeropuerto internacional Felipe Angeles, la refinería Dos Bocas y el Tren Maya.

Durante la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, a raíz de una pregunta sobre consultas a los ciudadanos, se refirió de nueva cuenta a las consecuencias de haber continuado con la construcción del aeropuerto en Texcoco.

“Estaríamos en un berenjenal, en un pantano mejor dicho, porque es la zona más fangosa del Valle de México, ahí donde empezaron a hacer el aeropuerto, se hunde como medio metro por año.

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“Entonces, se pregunta el pueblo y dice la gente ‘no’ y tuvimos que pagar por suspender la obra porque como había tantos intereses, era un gran negocio, un gran robo, iban a cerrar el actual aeropuerto y esas 600 hectáreas del actual aeropuerto la iban a convertir en un especie de Santa Fe, todo un negocio inmobilario desde el actual aeropuerto hasta el nuevo”.

En el 2018, en campaña, agregó, con el propósito de que ya no tomáramos la decisión (de suspender Texcoco), le metieron, le metieron y contrataron pensando que así no podemos hacer nada.

“Son de esas decisiones importantes. Bueno, nos costó como 100 mil millones cancelar pero salvamos el actuar aeropuerto.Sólo tengan en cuenta que la ampliación al actual aeropuerto se hizo hace como 12 años y costó como 10 mil millones de pesos, la terminal 2, y se tenía que destruir.

“El gobierno anterior hizo sólo en el hangar presidencial mil millones de pesos y se tenía que destruir y además iban a cerrar el aeropuerto militar de Santa Lucia, supuestamente por invasión al espacio aéreo. Todo eso lo rescatamos. Pero no sólo rescatamos esos dos aeropuertos, es que se está construyendo el nuevo aeropuerto en Santa Lucía, el Felipe Angeles, y nos va costar 75 mil millones y el aeropuerto de Texcoco estaba estimado en 300 mil millones”.

Para hacer las cuentas, así, sencillas, dijo el presidente, se pagaron los 100 mil millones por los contratos que había y vamos a tener un aeropuerto moderno, de lo mejor del mundo para el 21 de marzo del año próximo.

“Estamos hablando de 175 mil millones, para 300 mil que iba a costar (Texcoco) y eso si resultaba en esa cantidad, porque el tren Toluca-Ciudad de México lo estimaron en 30 mil millones, va a resultar costando 90 mil millones.

“Entonces, esta corrupción pues es lo que más afectaba a México. Por eso la democracia es importantísima ¿Quién nos salvó de este pantano, de este fango, de este hoyo negro de corrupción que era la construcción del aeropuerto en Texcoco? El pueblo. Se le preguntó a la gente.

“Claro, ¿quiénes están molestos? Quienes tenían el negocio. Acabo de leer ayer una declaración, así como sentencia, que no íbamos a tener ni la refinería ni el Tren Maya. A las pruebas me remito”, expresó.

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