Con vistas al segundo periodo extraordinario de sesiones de la Cámara de Diputados, que se realizará el miércoles 22, el órgano legislativo aplicó el protocolo sanitario para esterilizar los 35 mil metros cuadrados del inmueble, incluido el salón de plenos, y aplicar pruebas de detección PCR a todos los asesores y personal que asistirá a laborar.
Sólo podrán ingresar al complejo legislativo de San Lázaro quienes cuenten con su prueba de detección de Covid-19 con resultado negativo, se presenten con cubre bocas y además se les entregará careta y gel para asegurarse de reducir al mínimo la posibilidad de contagios.
Sin embargo, como ocurrió con el primer periodo extraordinario de sesiones, el pasado 30 de junio, las pruebas de detección de coronavirus son voluntarias y no obligatorias para los diputados federales.
En cada uno de los accesos se tomará la temperatura y será obligatorio el uso de cubrebocas, además de que se entregarán equipos de protección (cubrebocas, careta y gel antibacterial) a cada persona que acuda.
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Los órganos de gobierno decidieron que dado que en todo momento se privilegiará la salud y la vida del personal que ingrese al recinto, por lo que sólo asistirá el mínimo indispensable para el desarrollo de las tareas legislativas y no se convocará a ninguna persona clasificada como población vulnerable; es decir, mayores de 60 años, personas con enfermedades crónico-degenerativas, mujeres embarazadas y/o quienes tienen a su cargo a menores de 5 años de edad.
Para evitar cualquier riesgo de contagio se activará un protocolo para el acceso al Salón de Plenos –para el que los legisladores no usarán su huella- así como para votar los asuntos que se traten por grupos y evitar la presencia simultánea de los 500 diputados en el pleno.