El índice de aprobación del presidente de EE.UU., Joe Biden, ha disminuido en las últimas tres semanas en alrededor del 3 %, cayendo por debajo del 50 % de los ciudadanos norteamericanos, de acuerdo con datos del proyecto 538, que recopila encuestas de varias agencias.
La dinámica de las cifras coincide con los desarrollos en Afganistán. El 6 de agosto, cuando los talibanes conquistaron la primera capital de provincia afgana, Zaranj, el 50.2 % de los estadounidenses apoyaba al mandatario frente al 43.3 % que desaprobaba su gestión. El 16 de agosto, un día después de la caída de Kabul, las cifras eran del 49.9 % y el 44.0 %, respectivamente. Esta dinámica continuó, y ahora los porcentajes de aprobación y descontento están prácticamente igualados: 47.2 % frente al 47.0 %.
La coincidencia sería una correlación. Así, según una encuesta publicada por YouGov la mañana de este jueves, el 68 % de los estadounidenses opinaban que la evacuación de Kabul se estaba manejando mal. De ellos, el 69 % creía que el mayor responsable de los errores era Biden y el 48 %, que lo eran sus asesores.
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“Biden está casi seguro de que pagará un precio político”
El ataque mortal del Estado Islámico en las inmediaciones del aeropuerto de la capital afgana, que costó las vidas de 170 personas, entre ellas 13 soldados de EE.UU., puede desplomar aún más la popularidad del inquilino de la Casa Blanca, opina el politólogo Ian Bremmer. Aunque a los votantes estadounidenses “normalmente no les preocupan los asuntos exteriores”, la retirada de Afganistán sigue siendo una idea muy popular, indica el experto. Sin embargo, estima que la muerte de personal militar estadounidense perjudicará gravemente la percepción de la Administración actual.
“Biden ahora está casi seguro de que pagará un precio político”, escribe Bremmer, al tiempo que indica que los atentados del jueves “erosionarán la confianza del público en la competencia del presidente tanto en el país como en el extranjero”. El experto cree que la Casa Blanca está ante un dilema: por un lado, tiene que evacuar a cientos de ciudadanos estadounidenses, algunos de los cuales están fuera de Kabul; y por otro, necesita completar la operación lo antes posible para no poner más en riesgo a sus tropas.
Por su parte, el columnista de The Hill, Joe Concha, advierte que la situación en Afganistán entraña aún más problemas políticos para Biden si no completa la evacuación antes de la fecha límite, el 31 de agosto.
“Pregúntese lo siguiente: ¿qué ocurrirá el 1 de septiembre, cuando el Ejército estadounidense esté completamente fuera de Afganistán? Podría ser una repetición de la crisis de rehenes de Irán, solo que infinitamente peor: cualquier estadounidense que se quede atrás, o cualquier afgano acusado de ayudar a los estadounidenses, junto con sus familias, podría ser tomado como rehén o ejecutado por una facción extremista u otra”, escribe Concha, que califica de “colapso épico” el manejo del problema por parte de la Casa Blanca.
De acuerdo con los datos citados por Bloomberg, se cree que actualmente hay alrededor de 1,000 estadounidenses en Afganistán, un factor que varios republicanos utilizan activamente en su pugna contra los demócratas. En este sentido, el líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, propuso prohibir legalmente la retirada de las tropas antes de que hayan sido evacuados de Afganistán todos los ciudadanos de EE.UU.