Burger King, una de las cadenas reinas del “fast food” mundial, se quiere retirar definitivamente de Rusia, pero no la dejan hacerlo.

La compañía con sede central en Miami, Florida, está avanzando para vender su participación del 15% en su negocio en Rusia.

Sin embargo, la rama local de la cadena de hamburguesas se niega a hacerlo alegando que no puede suspender de forma inmediata y legal las operaciones en el mercado.

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La cadena Restaurant Brands International anunció la semana pasada que suspenderá todo el apoyo corporativo para sus más de 800 locales franquiciados en Rusia en respuesta a los continuos ataques del Kremlin contra Ucrania.

La suspensión incluye la denegación de aprobaciones para nuevas inversiones o expansiones y la pausa de las operaciones, la comercialización y su cadena de suministro.

El presidente internacional de la compañía, David Shear, explicó en una carta abierta a los empleados que la estructura del negocio obstaculiza su capacidad para cerrar restaurantes en el mercado, como hicieron algunos de sus competidores.

“¿Nos gustaría suspender todas las operaciones de Burger King de inmediato en Rusia? Si. ¿Podemos hacer cumplir una suspensión de operaciones hoy? No”, dijo Shear.

Burger King ingresó a Rusia a través de una empresa conjunta con el empresario Alexander Kolobov, Investment Capital Ukraine y VTB Capital, que se ha visto afectada por las sanciones impuestas por Estados Unidos como filial de un importante banco ruso.

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Shear informó que la cadena de hamburguesas contactó a Kolobov, quien es responsable de las operaciones y la supervisión de las locaciones en Rusia, y “exigió la suspensión de las operaciones del restaurante Burger King” en ese país.

Sin embargo, según Shear, Kolobov se negó.

Burger King posee una participación del 15% en la empresa conjunta y ninguno de los socios tiene una participación mayoritaria. Según Shear, Burger King no puede cerrar inmediatamente el negocio por su cuenta.

“No hay cláusulas legales que nos permitan cambiar unilateralmente el contrato o permitir que cualquiera de los socios simplemente se retire o revoque todo el acuerdo”, escribió.

El directivo aclaró que la compañía ha comenzado el proceso de desinversión de su participación en la empresa conjunta, pero tomará algún tiempo para deshacerla según los términos del acuerdo.

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