California está ardiendo y las llamas, que se extienden cerca del parque Yosemite, obligaron a la evacuación de miles de personas y destruyeron decenas de estructuras residenciales y comerciales.

Los bomberos están trabajando sin parar, pero por ahora el Oak Fire, el mayor de los seis incendios que asolan California en este momento sigue estando fuera de control. De hecho, las llamas siguen avanzando y en tan solo 24 horas crecieron de 647 hectáreas a 4.815.

“El incendio se está moviendo rápidamente y creció significativamente”, es la alarma lanzada por el cuerpo de los bomberos.

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El gobernador del estado, Gavin Newsom, declaró en los últimos días la emergencia para poder acceder a recursos adicionales para responder a las llamas, combatidas por un ejército de 400 bomberos equipados con decenas de camiones y helicópteros.

Muchos caminos fueron cerrados. Un centro de evacuación de la Cruz Roja fue establecido en el condado de Mariposa.

De hecho, los hoteles de la zona están repletos de evacuados, sin lugares disponibles ni siquiera para los bomberos de primera línea que buscan unas horas de descanso antes de reanudar la batalla.

“Mis padres fueron evacuados y ahora lo perdieron todo.

Cuando mi madre se fue de la casa en la que habían vivido durante 37 años y donde crecí, no tenía nada más que la ropa y los zapatos que tenía puestos”, dijo Nick Smith a la cadena CNN.

Las llamas del Oak Fire obligaron a las autoridades a tomar medidas de emergencia para proteger el parque Yosemite y sus secuoyas, de las más grandes y antiguas del mundo.

Entre otras cosas, se decidió retirar parte de la vegetación del suelo, en particular la seca, para evitar seguir alimentando el fuego.

Pero no es solo California lo que está ardiendo. De hecho, se registran incendios en muchos otros Estados norteamericanos, especialmente en las zonas centrales del país, debido a las altas temperaturas.

De hecho, Estados Unidos también sufre una ola de calor récord, con temperaturas cercanas a los 40 grados desde el norte hasta el sur del país. En Dallas, Texas, se registraron 42 grados durante varios días consecutivos, un máximo histórico.

En total, casi 85 millones de estadounidenses están en alerta, principalmente en ciudades de la costa este. Desde Boston a Washington, pasando por Nueva York, se registran temperaturas nunca antes vistas que, gracias a la alta humedad, hacen que el calor sea aún más insoportable.

El calor excesivo obligó a Boston a cancelar el triatlón programado en el último momento.

En la Gran Manzana, sin embargo, la competición se desarrolló, pero en un formato reducido, con distancias más de la mitad tanto para el recorrido ciclista como para el previsto para la carrera.

El calor récord continuará durante varios días, alternando con tormentas eléctricas cortas, pero intensas que solo harán que el calor percibido sea aún más insoportable. 

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