Las maniobras militares masivas de China alrededor de Taiwán, con la carga particularmente agresiva, ofrecen información importante sobre los planes del Ejército Popular de Liberación (EPL) en caso de necesidad de tomar el control de la “provincia rebelde”.
En ese sentido, la airada respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, corre el riesgo de exponer, aunque parcialmente, también las armas en dotación a Estados Unidos y sus aliados asiáticos.
Si el presupuesto militar de China es objeto constante de acusaciones de falta de transparencia, también hay interrogantes sobre las capacidades operativas y de coordinación a gran escala.
“El comportamiento agresivo de China, el EPL y el Comando del Teatro del Este proporcionarán una información importante del pensamiento y las capacidades militares chinas en los días venideros. Primero, nos permitirán observar cómo podrían pensar en realizar un bloqueo naval de Taiwán”, dijo. Mick Ryan, exmayor general australiano y analista del grupo de expertos CSIS.
Esencialmente, están mostrando “su enfoque operativo para que puedan usar formas de subvertirlo en el futuro. En segundo lugar, la integración aire-mar del EPL, así como también cómo integran estas operaciones con capacidades espaciales”, agregó Ryan en Twitter.
Finalmente, la interoperabilidad entre el EPL y su Comando del Teatro del Este, “un ‘comando de combate'” establecido en 2016 y que es responsable del expediente de Taiwán.
Mediante la movilización de aviones de combate, helicópteros e incluso buques de guerra, las maniobras, las primeras a menos de 20 kilómetros de la costa de la isla, pretenden simular un bloqueo a Taiwán e incluyen la práctica de un “ataque a objetivos en el mar”, según la agencia estatal Xinhua.
Tampoco tiene precedentes la cobertura del flanco este de la isla, un área estratégicamente vital para los suministros de las fuerzas militares de la isla, así como para cualquier posible refuerzo estadounidense.
Durante mucho tiempo se asumió que el “escenario de bloqueo” estaba entre las estrategias preferidas de China: un asedio para evitar cualquier entrada o salida de barcos y aviones comerciales o militares, al mismo tiempo que se negaba el acceso a las fuerzas estadounidenses estacionadas en la región.
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El jueves, el ejército chino lanzó una docena de misiles balísticos que impactaron en varias áreas alrededor de Taiwán, cuatro de los cuales sobrevolaron la isla, informó la cadena estatal CCTV.
Según Xinhua, Pekín movilizó más de 100 aviones y más de 10 fragatas y destructores, incluidos cazas furtivos J-20 y un destructor Tipo 055, entre los mejores del mundo.
Entre los portaaviones, el Df15, el Df17 y el Df 26, conocidos como los “asesinos de Guam”, que con un alcance de 4,000 kilómetros pueden impactar contra la isla-fortaleza estadounidense.
La cautela de Estados Unidos respecto a las crisis de 1995 y 1996, a pesar de que el portaaviones Ronald Reagan estaba en el mar de Filipinas, también está ligada a que China aumentó sus capacidades militares y la voluntad de evitar una escalada.
La Séptima Flota anunció que se enviarán más unidades a la zona.
Las incursiones chinas a lo largo de la llamada ‘línea media’ entre el continente y Taiwán, nunca reconocida por Pekín, resaltan una creciente confianza en las fuerzas armadas comunistas.
