Las autoridades antimonopolio de Estados Unidos publicaron el miércoles un nuevo borrador de directrices que sienta las bases para un examen más riguroso de las fusiones previstas por grandes empresas tecnológicas como Amazon.com y Google de Alphabet.

El Gobierno de Biden ha adoptado una postura más dura frente a las fusiones, presentando algunas impugnaciones agresivas, aunque perdió dos juicios la semana pasada. En los próximos meses se presentarán varios recursos ante los jueces, incluida la oposición del Departamento de Justicia a la compra de Spirit por JetBlue.

Las 51 páginas de directrices del Departamento de Justicia y la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés)  describieron, sin nombrarlos, acuerdos como las compras de Amazon.com del productor de timbres de puerta con video Ring en 2018, y dijeron que las agencias antimonopolio deberían examinarlos.

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“Un operador de plataforma que también es un participante de la plataforma tiene un conflicto de intereses por el incentivo de dar a sus propios productos y servicios una ventaja frente a otros competidores que participan en la plataforma, perjudicando la competencia”, dice el borrador de las directrices.

El borrador también especifica que una fusión no debe eliminar a un participante potencial en un mercado concentrado ni crear una situación en la que una empresa compre otra que suministre insumos a los competidores de la adquirente.

La aplicación de la legislación antimonopolio por parte de la administración Biden ha hecho hincapié en las cuestiones laborales, y las directrices así lo reflejan.

“Cuando una fusión entre empresas puede reducir sustancialmente la competencia a los trabajadores, esa reducción de la competencia en el mercado laboral puede reducir los salarios o ralentizar su crecimiento, empeorar las prestaciones o las condiciones de trabajo”, dicen las directrices.

Las directrices reflejan la forma en que la FTC y el Departamento de Justicia aplican actualmente las leyes contra las fusiones ilegales, que sustituirían a las directrices de 2010 sobre empresas que compran competidores y a las de 2020 sobre empresas que se fusionan con proveedores.

El presidente Joe Biden instó a que se actualizaran las directrices en una orden ejecutiva de mediados de 2021. Estarán abiertas a comentarios durante 60 días antes de su finalización.

Reuters

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