Dirigentes cocaleros y miembros del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia viajarán a la Argentina para reunirse con el renunciante presidente del país del Altiplano, Evo Morales, asilado allí, lo que tensa las relaciones entre La Paz y Buenos Aires.

Parlamentarios del MAS consultaron al gobierno de transición de Bolivia existía algún problema si decidían viajar a Argentina para visitar a Morales, reveló hoy el diario El Deber online.

“Les explicamos que mientras no violen la ley y la Constitución pueden transitar libremente”, comentó el ministro de Gobierno boliviano, Arturo Murillo.

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Morales pretendía reunirse con los presidentes de ambas cámaras y los jefes de bancada, pero no asistirán todos, revelaron en La Paz fuentes del MAS.

El periódico El Deber confirmó que ya comenzaron a viajar dirigentes cercanos a Morales, para reunirse con él en Buenos Aires durante este fin de semana.

De hecho, el dirigente cocalero Andrónico Rodríguez fue fotografiado ayer mientras hacía los trámites migratorios antes de emprender viaje hacia Argentina, También partió hacia Buenos Aires la senadora Adriana Salvatierra, junto a las diputadas Sonia Brito, Juana Quispe y también Valeria Silva, todas del ala radical del MAS, quienes pidieron una licencia temporal a la Asamblea Legislativa de su país.

La prensa boliviana habla de diferentes posiciones dentro del MAS de cara a las elecciones que aún no tienen fecha y para la que los partidos deben definir candidatos.

Morales atacó ayer con dureza al gobierno interino de Bolivia, a través de mensajes por Twitter.

El gobierno “de facto” de la la presidenta Jeanine Añez, “pretende volver al pasado”, escribió el líder de izquierda y añadió que “hablan de privatizar y entregar nuestras empresas estratégicas a las transnacionales, están preparando el retorno del FMI”. “El pueblo boliviano junto al Proceso De Cambio (de su gobierno, NDR) luchó por recuperar nuestros recursos naturales”, resaltó Morales.

“Advierto al pueblo que pronto estarán pidiendo limosna al FMI”, remarcó en un mensaje posterior.

Fuentes del Gobierno manifestaron su preocupación a diversos periodistas locales, porque la presencia de Morales cerca de Bolivia, afincado en Argentina, “puede tener el objetivo de volver a convulsionar el país”.

La canciller de Bolivia, Karen Longaric, dijo que Bolivia ya expresó su molestia en distintos momentos por las acciones de Morales desde Argentina. “Si es que esta situación persiste, haremos llegar una nota muy fundamentada a la Cancillería argentina, invocando la vigencia y el respeto a las normas internacionales. Es lo único que nos queda, y veremos cómo se va desarrollando posteriormente la relación”, afirmó la ministra de Exteriores.

En tanto, la prensa argentina reveló hoy Morales cumplirá su refugio político en San Ramón de la Nueva Orán, en el norte de Argentina, cerca de la frontera con Bolivia. Se prevé que la próxima semana viaje a esa población, situada en la provincia argentina de Salta, en el extremo norte argentino, lindero con el sur boliviano.

Allegados a Morales ya están a cargo de alquilar una vivienda que reúna las condiciones para convertirse en centro de operaciones de campaña del MAS.

El canciller argentino Felipe Solá aclaró que la legislación de su país no prohíbe a un refugiado hacer declaraciones políticas.

En declaraciones a radio Metro, el flamante jefe de la diplomacia argentina aclaró que Morales “se podrán ver con quien quieran, pero no podrán públicamente opinar ni generarle algún problema a Argentina en este sentido”. “Eso es un compromiso político, no lo dice la ley”, insistió.

No obstante, Solá horas antes había dicho que el gobierno de Alberto Fernández pretendía “de Evo Morales el compromiso de no hacer declaraciones políticas en Argentina”.  

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