Los planes de negocios de Pemex y la estrategia de combate al mercado negro de combustibles decepcionaron a los analistas financieros con quienes se reunió el director de Finanzas de Pemex, Alberto Velázquez García, y el secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa Macías, en Nueva York.

De acuerdo con un reporte de Barclays, las reuniones generaron cuestionamientos fuertes sobre temas específicos como la creación de una séptima refinería y mantener los márgenes de EBITDA (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) de Pemex.

La petrolera se negó a emitir proyecciones, lo que fue interpretado por los analistas convocados por Barclays como que se siguen evaluando las condiciones del mercado.

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Estos puntos hacen que los especialistas no tengan confianza en la nueva administración.

A pesar de que los funcionarios aseguraron que se cubrirán las obligaciones de deuda con sus líneas de crédito, no abordaron los problemas de la compañía, ni brindaron un camino creíble hacia la mejora operativa y financiera.

Además, la comparación del margen EBITDA del 33% contra el margen de 30% de Petrobras fue considerada engañosa por especialistas, ya que Petrobras registra la mayoría de las regalías e impuestos como el costo de los bienes vendidos, por lo que el EBITDA no se ve afectado tanto por los impuestos como el EBITDA de Pemex.

Un analista consideró que las reuniones no eran horribles, sino más bien cercanas a Guatemala que a Colombia en la escala de mercados emergentes.

El gerente de Finanzas de Pemex, Alberto Velázquez García, dijo que no hay riesgo de flujo de efectivo para este año, ya que las líneas de crédito comprometidas podrían ser suficientes para cubrir las obligaciones de deuda durante el presente año.

Pemex tiene 6.6 mil millones de dólares en amortizaciones este año y la administración anterior prefinanció 2 mil millones de los vencimientos de este año en octubre, aunque los funcionarios se negaron a proporcionar una estimación de emisión, pues declararon que aún se están evaluando las condiciones de mercado.

Si la compañía tiene problemas, tendría que ofrecer rendimientos más altos que los ofrecidos en febrero y octubre del año pasado, probablemente un 7.5% para un período de 10 años, ya que están tendiendo en esa dirección con miedos persistentes de una baja en la calificación, opinó un analista.

El bono de 2 mil millones al 6.5% con vencimiento en 2029 emitido en octubre actualmente se cotiza a 95,535 con un rendimiento de 7.131%, mientras que el bono de 2.5 mil mdd con vencimiento a 2028 emitido en febrero se negocia a 90,284 para rendir al 6.801%, dijo un operador.

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