El Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) habrían acordado una tregua humanitaria de siete días en Sudán, según confirmaron a Reuters dos fuentes de las negociaciones el sábado (20.05.2023). El nuevo acuerdo, que no ha sido confirmado por las partes, entraría en vigor en 48 horas, aunque los alto el fuego negociados anteriormente no fueron totalmente respetados.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió al general Abdelfatah al Burhan, comandante del Ejército sudanés, “flexibilidad y liderazgo” para poder alcanzar la paz, en una llamada telefónica que giró en torno a las conversaciones emprendidas en Yeda (Arabia Saudí) para lograr un alto el fuego “efectivo” a corto plazo que facilite la entrega de ayuda humanitaria y la restauración de servicios esenciales. 

“Hablé esta mañana con el general sudanés Burhan sobre las conversaciones en curso para lograr un alto el fuego efectivo a corto plazo para facilitar la asistencia humanitaria y restaurar los servicios esenciales que el pueblo sudanés necesita desesperadamente”, dijo Blinken en Twitter. “En este proceso paso a paso, el secretario instó a la flexibilidad y el liderazgo”, indicó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.

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Los combates, sin embargo, han continuado hoy. Ataques aéreos y disparos de artillería sacudieron Jartum, capital de Sudán, donde la embajada de Catar fue saqueada por hombres armados, en un clima caótico en el país tras más de un mes de guerra. El embajador de la UE fue agredido también en los inicios del conflicto. Habitantes de la capital dieron cuenta a la AFP de “ataques aéreos” cada vez más violentos. Varios bombardeos ocurrieron cerca de la sede de la televisión pública, informaron testigos.

Desde que los combates empezaron el 15 de abril, cerca de mil personas han muerto y más de un millón han tenido que abandonar sus casas. El general Burhan nombró a tres de sus apoyos más leales en el alto mando del Ejército, tras la destitución, el viernes, del general Daglo de su puesto de adjunto en el Consejo de soberanía, a quien reemplazó por Malik Agar.

En tono conciliador, Agar, quien firmó la paz con el poder en Jartum en 2020, anunció hoy en un comunicado que desea “parar la guerra y sentarse a la mesa de negociaciones”. “La estabilidad de Sudán no podrá ser restablecida sino por un ejército profesional unificado”, indicó, aludiendo a Daglo. 

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