Durante el Foro Globsec, el presidente Emmanuel Macron afirmó que su homólogo ruso, Vladimir Putin, “despertó” a la OTAN “con el peor electroshock” al invadir a Ucrania el año pasado, unas hostilidades que se alargan por más de 15 meses. En 2019, en una salida ampliamente difundida y criticada, el mandatario francés había dicho que la OTAN tenía “muerte cerebral”.
Macron hace públicas estas palabras un mes antes de la cumbre de la OTAN, en Vilnius, Lituania, que se celebrará del 11 al 12 de julio.
Frente al conflicto ruso-ucraniano, Macron dijo que “hoy necesitamos ayudar a Ucrania por todos los medios para llevar a cabo una contraofensiva efectiva. Es fundamental. Eso es lo que estamos haciendo. Debemos intensificarlo porque lo que está en juego en los próximos meses es la posibilidad misma de una paz elegida y por lo tanto duradera”.
Esta vez estaba previsto que Emmanuel Macron tratara de tranquilizar a los líderes de Europa del Este, que temen que se hagan concesiones a Rusia para poner fin a la guerra más rápidamente.
Con anterioridad, el Elíseo había hablado de la intención de este discurso: “Se trata de enviar señales claras de nuestra determinación de apoyar a Ucrania a largo plazo y también de volver al futuro de Europa, de la Unión Europea y de nuestro continente, particularmente en términos de seguridad”.
Para enfatizar en este punto, Macron ofreció un ‘mea culpa’ a las naciones del este de Europa al decir que Francia debería haberles prestado más atención en medio de sus advertencias sobre una Rusia beligerante antes de su invasión de Ucrania.
El presidente francés aclaró que no debería haber división entre la “vieja Europa” y la “nueva Europa”, haciendo referencia a las divergencias que persisten entre los miembros orientales y occidentales de la Unión Europea sobre asuntos como Rusia.
“Algunos dijeron que se había perdido la oportunidad de permanecer callados. Creo que nosotros también hemos perdido la oportunidad de escuchar. Este tiempo se ha acabado”, dijo en medio de aplausos del público.
Esta fue una alusión a un comentario de 2003 del entonces presidente francés Jacques Chirac, quien dijo que los países de Europa del Este, que se pusieron del lado de Estados Unidos y Gran Bretaña en su decisión de invadir Irak ese año con la oposición de algunos de los principales aliados occidentales, entre ellos Francia y Alemania, habían perdido una “buena oportunidad de quedarse callados”.
En la búsqueda de aliados en torno a la energía nuclear
Macron también se refirió a la energía nuclear y aseguró que sin ella la Unión Europea no cumplirá sus objetivos climáticos. Además, criticó a los que quieren arrinconar este tipo de energía en la Unión Europea (UE), privándola de los incentivos de las renovables.
“Lo que queremos en Europa es pragmatismo y neutralidad tecnológica”, subrayó en una conferencia de prensa junto a la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, cuando se le preguntó sobre el bloqueo de Francia al proyecto de directiva europea sobre las energías renovables.
Y señaló que la UE se ha fijado “un objetivo muy ambicioso” para reducir las emisiones de efecto invernadero en un 55 % para 2030 respecto a 1990 y la neutralidad de carbono para 2050. Esto para justificar sus exigencias a que se imponga en la UE la “neutralidad tecnológica para que no haya sesgo” y para conseguir “el mercado más integrado posible”.
El mandatario puntualizó que “ningún experto serio dice que se puede conseguir ese objetivo sin energía nuclear, ninguno”, tampoco el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Kosovo, el conflicto de coyuntura, en la mesa
Con respecto a la escalada de tensión en el norte de Kosovo, entre manifestantes serbios y fuerzas de la OTAN, que dejó 50 civiles y 30 soldados heridos, el pasado lunes, Macron responsabilizó al gobierno kosovar.
“Hay claramente una responsabilidad de las autoridades kosovares en la situación actual y un no respeto a un acuerdo que es importante y fue cerrado hace varias semanas”, declaró.
El líder francés aprovechó para mencionar un nuevo plan promovido por Francia y Alemania, bajo mediación de la Unión Europea, para normalizar las relaciones entre Serbia y su exprovincia de Kosovo, que en 2008 declaró de forma unilateral su independencia y que Belgrado no reconoce.
Macron espera reunirse el jueves con la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, y el presidente serbio, Aleksandar Vučić, además del líder alemán Olaf Scholz, durante la cumbre de la Comunidad Política Europea, que se celebrará en Moldavia.