El candidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, condenó el trato del mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, hacia los hijos de migrantes, al tiempo que pidió a laOrganización de las Naciones Unidas (ONU) y al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)intervengan en el tema y lo detengan de manera inmediata.

En un mensaje a medios en Los Cabos, Baja California Sur, enfatizó que “no se vale atentar contra niños indefensos”.

Al respecto, el abanderado del PRI-Verde-Nueva Alianza afirmó que quien no respeta lo derechos de los niños, tampoco respeta los de la sociedad.

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“No hay nada más importante que la protección de nuestros niños, es absolutamente inaceptable la actitud de Donald Trump. Separar a los niños de sus familias es atentar contra sus derechos y afectar sus vidas, posiblemente, para siempre. No podemos admitir que esta situación continúe, alguien que no respeta a los niños, no puede respetar ningún tipo de derecho”, condenó.

Lamentó que esta crisis ocasionada por el gobierno estadunidense afecta por igual a a los niños provenientes de Centroamérica y mexicanos.

“Exigimos al gobierno de Estados Unidos termine de inmediato este tratamiento. Y hacemos un llamado enérgico para que participe la Organización de las Naciones Unidas, para que se involucre la Unicef, para que intervengan en este asunto y detengan este abuso de inmediato”, exhortó.

Meade recordó que anteriormente, cuando fungió como secretario de Relaciones Exteriores también atendió una crisis migratoria que resolvió en equipo, trabajando con los estados fronterizos, con los países del triángulo norte de Centroamérica, como son Guatemala, con Honduras y con El Salvador.

“Y trabajamos, por primera vez, de manera coordinada en una crisis de este tipo con la Santa Sede, hicimos el primer seminario sobre este tema que tuvo como resultado concreto un alivio de esa circunstancia y un trabajo más coordinado entre los diferentes países, la sociedad civil y el gobierno”.

Por ello, Meade afirmó que no hay ninguna circunstancia que haga ni moral ni política ni éticamente permisible “el que mantengamos rehenes a las niñas y a los niños de una circunstancia que por mucho los rebasan y que está lejos de su capacidad de resolver”.

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