En México existe una ‘tercera vía’, el denominado ‘partido naranja’: Movimiento Ciudadano. Se trata de una fuerza política de rápido crecimiento que hoy gobierna dos estados de gran relevancia económica y política (Nuevo León y Jalisco).

Su coordinador nacional, Dante Delgado, lo presenta como un partido de corte “progresista” que se adhiere a los “principios de la socialdemocracia”.

Según se lee en sus documentos básicos, está “a favor de los derechos humanos, la igualdad, la libertad, la justicia social, el respeto de la diversidad y los valores democráticos”.

Igual que ‘Va por México’, el partido naranja asegura que su agenda no está sometida a los “intereses de partido” ni de “poderosos grupos económicos”, sino que “responde a las demandas de los ciudadanos”.

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El antiguo régimen de partidos (en referencia al PRI, PAN y PRD), sostiene Dante Delgado, está “agotado”. Pero el partido naranja tampoco está del lado del proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador.

En su plataforma de 2021, cuando se llevaron a cabo elecciones para renovar la Cámara de Diputados, Movimiento Ciudadano no tuvo empacho en criticar de lleno la gestión del Gobierno.

Sostiene que se trata de un Gobierno que, en muchos sentidos, terminó reproduciendo “viejas prácticas” de Administraciones anteriores y, por lo tanto, hasta el momento ha “fracasado” en su intento de llevar a cabo un “cambio verdadero”.

Movimiento Ciudadano se muestra ante la opinión pública como “un partido moderno, abierto a la participación de la sociedad, con visión de futuro, promotor de una nueva generación política”.

En su agenda destacan varias propuestas que han sido bandera de lucha lo mismo de colectivos feministas, organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales en defensa del medio ambiente.

En el Congreso de la Unión, los legisladores de este partido han promovido el debate sobre la interrupción voluntaria del embarazo y la despenalización del consumo de la marihuana.

En la actualidad, Movimiento Ciudadano se encuentra trabajando de lleno en lo que será su plataforma electoral de cara a los comicios de 2024.

El partido tiene previsto presentar su propuesta en 2023. Un plan que, aseguran sus dirigentes, se está enriqueciendo con la participación de todos los sectores de la sociedad. El nombre de esta propuesta será “Evolución Mexicana”.

Pero dados sus números, esto es, su poder territorial y su preferencia entre la población, todo apunta a que, cualquiera que sea el proyecto de Nación impulsado por Movimiento Ciudadano, será imposible hacerlo realidad sin el respaldo de otros partidos.

Aliarse con la oposición sería como “subirse al Titanic”

Fiel a su estilo, y haciendo gala de su gran cálculo político, Dante Delgado no descarta que su partido establezca alianzas de cara a la sucesión presidencial de 2024.

Una cosa es que el partido naranja hasta el momento haya rechazado sumarse a ‘Va por México’, alianza integrada por el PRI, el PAN y el PRD, y otra muy diferente es que estos tres partidos políticos decidan sumarse a una plataforma electoral con Movimiento Ciudadano a la cabeza.

No es lo mismo. Delgado no ve con malos ojos esta segunda opción, así lo declaró en junio del año pasado tras las elecciones intermedias. Hasta la fecha, sin embargo, la construcción de una mega coalición de cuatro partidos políticos es una idea somera.

A la coalición Va por México le urge fortalecerse, por eso insisten en incorporar a Movimiento Ciudadano. Y es que, esta alianza ha sido incapaz de vencer en las urnas al proyecto político de López Obrador.

En 2021 no lograron convertirse en mayoría en la Cámara de Diputados, mientras que en junio pasado perdieron cuatro de las seis gubernaturas en disputa.

A la coalición Va por México le urge fortalecerse, por eso insisten en incorporar a Movimiento Ciudadano. Y es que, esta alianza ha sido incapaz de vencer en las urnas al proyecto político de López Obrador.

Según sus cálculos, si incorporan a Movimiento Ciudadano a sus filas estarían en condiciones de derrotar a la denominada ‘Cuarta Transformación’.

Pero no han logrado convencer. De hecho, la persistente negativa de Delgado de adherirse a un frente electoral ha llevado a los liderazgos de Va por México a escalar el tono de las presiones.

Estas presiones han venido sobre todo de Claudio X. González Guajardo, magnate, filántropo, hijo de uno de los hombres de negocios más poderosos de México, Claudio X. González Laporte, y principal articulador de la alianza tripartita.

En mayo de este año González Guajardo señaló que, si Movimiento Ciudadano no se sumaba a la alianza, entonces “pagaría las consecuencias”. La respuesta no se hizo esperar. Dante Delgado aseveró que Va por México era una plataforma electoral “destinada al fracaso”.

En sus palabras, esa alianza aglutina a las organizaciones políticas que son las “principales responsables” de haber provocado varios de los “graves problemas” que hoy padece la nación. “Son partidos que ya le fallaron a México”, asegura.

En términos electorales, integrarse a una alianza de este tipo, puntualiza, sería como “subirse al Titanic”. “Hay alianzas que no suman, sino restan”, explica cuando se le cuestiona sobre su persistente negativa.

Para varios analistas políticos, sin embargo, el planteamiento de Delgado de establecer una alianza con los partidos de Va por México, siempre y cuando Movimiento Ciudadano sea la voz cantante, está fuera de lugar.

Sostienen que al partido naranja no le alcanzan los números para ir a la cabeza de tres partidos que, si bien es cierto hoy están muy desacreditados, poseen un capital político mucho mayor que el de Movimiento Ciudadano.

En definitiva, una mega alianza de cuatro partidos políticos actualmente es una idea remota. En este contexto, surge la posibilidad de que, en realidad, Dante Delgado tenga un ‘as bajo la manga’ de cara a la sucesión presidencial de 2024.

¿Habrá reconciliación con el lopezobradorismo?

Hoy pocos recuerdan que hace no mucho tiempo Dante Delgado era un aliado de López Obrador.

Movimiento Ciudadano, antes llamado partido Convergencia, respaldó las candidaturas presidenciales del actual mandatario tanto en 2006 como en 2012, y hasta llegó a formar parte de un frente legislativo.

El distanciamiento vino a partir de 2012, cuando López Obrador no logró derrotar a Enrique Peña Nieto en las urnas, cuya candidatura contó con el apoyo desproporcionado de los consorcios mediáticos.

Héctor Alejandro Quintanar, militante de Morena, y autor del libro ‘Las raíces del Movimiento Regeneración Nacional’ (ed. Itaca, enero 2017), comenta en entrevista con RT que, tras ser derrotado López Obrador en 2012, Delgado llegó a la conclusión de que el político tabasqueño “ya no estaría en condiciones de ser competitivo en 2018”.

De tal suerte que, explica Quintanar, Delgado “se dedicó al ciento por ciento a fortalecer a Movimiento Ciudadano, ya sin una alianza con Morena”, que recién había logrado su registro como partido político.

Sin embargo, el exgobernador de Veracruz “se equivocó en su pronóstico”, asevera el militante de Morena, ya que conforme avanzaba el sexenio de Peña Nieto, López Obrador aumentaba su nivel de popularidad.

Entonces, Delgado intentó reorientar el rumbo. En las elecciones de 2015, cuando se renovó la Cámara de Diputados, Movimiento Ciudadano buscó tender puentes con López Obrador de forma indirecta.

En ese año, el partido naranja intentó lanzar a Marcelo Ebrard como candidato a diputado federal, hoy canciller de México y aspirante a ser el candidato presidencial del oficialismo en 2024.

Ebrard, uno de los hombres de mayor confianza de López Obrador, se encontraba ese año en el ojo del huracán, producto de una investigación por anomalías en la construcción de una línea de metro, cuando había sido jefe de Gobierno de la Ciudad de México (2006-2012).

La candidatura plurinominal que Movimiento Ciudadano concedió a Ebrard fue vista como una maniobra de ‘blindaje’ frente a las acusaciones en su contra.

Al final, el hoy secretario de Relaciones Exteriores no logró hacerse de la candidatura debido a la negativa del Tribunal Electoral del Poder Judicial.

“De cara a la sucesión de 2024, no hay que descartar que Dante Delgado busque, otra vez, tejer una alianza con las fuerzas políticas que intentarán dar continuidad el proyecto político de López Obrador.

Se fue a vivir a París (Francia) y no regresó a México hasta principios de 2018, cuando fue convocado por López Obrador para promover su tercera candidatura presidencial en la zona Norte de la nación latinoamericana.

Ese fue el primer guiño de Movimiento Ciudadano a López Obrador tras su distanciamiento. El segundo fue en junio de 2015, cuando abiertamente Delgado ofreció el respaldo de su partido a la candidatura presidencial del político tabasqueño en 2018. Pero no obtuvo respuesta.

De ahí que, de cara a la sucesión de 2024, no hay que descartar que Dante Delgado busque, otra vez, tejer una alianza con las fuerzas políticas que intentarán dar continuidad el proyecto político de López Obrador.

En muchos temas, el partido Movimiento Ciudadano rechaza la gestión del mandatario mexicano. Sin embargo, también ha habido apoyo a varias iniciativas clave del oficialismo.

De acuerdo con las declaraciones de Dante Delgado, en algunos casos las diferencias con el Gobierno de la denominada Cuarta Transformación son más de forma que de fondo.

Por ejemplo, a diferencia de la oposición de derecha, en mayo de 2020 Movimiento Ciudadano votó a favor de que los programas sociales de la Administración de López Obrador se incluyeran en la Constitución.

Con todo, hay que destacar que los cuestionamientos de Delgado sobre la gestión del presidente mexicano han ido subiendo de tono. En palabras del dirigente emecista López Obrador es un “traidor a la patria” y su desempeño al frente del Gobierno ha sido “ineficaz y de pésimos resultados”.

Los canales de comunicación con otros liderazgos del lopezobradorismo, sin embargo, permanecen abiertos, de tal manera que la posibilidad de establecer una alianza con el oficialismo en las elecciones federales de 2024 permanece en el aire.

Para Morena y sus aliados, sumar a Movimiento Ciudadano a su causa sería un paso decisivo para consolidar la denominada Cuarta Transformación, un proyecto que no ha estado exento de obstáculos.

Contar con el apoyo de Movimiento Ciudadano significa sumar votos para que el oficialismo se haga finalmente de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y, con ello, tenga la capacidad de aprobar reformas a la Constitución, sin entrar en negociaciones con los partidos de la oposición de derecha.

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