El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal, calificó como “afortunado” el reencuentro que tuvo con el presidente Andrés Manuel López Obrador el viernes pasado, después de dos años de no haberlo visto y afirmó que nunca traicionará al mandatario federal.

“Como fundador y militante de Morena nunca voy a traicionar al presidente, al licenciado Andrés Manuel López Obrador, prefiero no ser nada, prefiero no participar en nada antes de traicionar al presidente, a quien reconozco y con quien he caminado una travesía de 26 años”, declaró el morenista.

En conferencia, el legislador señaló estar muy contento por la reunión con el mandatario federal el viernes pasado en Palacio Nacional, pues dijo que lo trató “muy bien, con amabilidad, con compañerismo”.

“Creo que fue un reencuentro afortunado. Estoy muy tranquilo conmigo mismo y claro estoy muy satisfecho con el reencuentro con el presidente que después de 2 años no tenía comunicación con él. Nunca he querido confrontarme con él, aunque tengo mis opiniones basadas en la Constitución y en la ley”, agregó.

Al ser cuestionado si las diferencias que ha tenido con las bancadas de oposición en la Cámara alta hacen que sea descartado para la candidatura a la Presidencia del país por parte de esos partidos, Ricardo Monreal señaló que nunca hubo una oferta formal.

“Nunca hubo ninguna oferta formal; tengo respeto por ellos. Ellos tienen bastantes aspirantes a la Presidencia que pueden cubrir su expectativa. Era difícil para mí cualquier otro escenario. Ni me ofrecieron ni toqué puerta ni tocaron las mías. Tengo una buena relación con ellos, de respeto, aunque siempre en la relación hay sobresaltos. Espero que lo superemos y si no es así, siempre mantendré una relación de respeto con ellos”, mencionó.

Monreal señaló que él sigue firme para buscar la candidatura de Morena para la Presidencia y aseveró que si Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o Adán Augusto López ganan la encuesta con la que se elegirá al abanderado, él les levantará la mano, pues espera que en caso de que él sea el mejor calificado, los demás lo apoyen.

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