“La política es ante todo un arte de encuentro. Ciertamente, este encuentro se vive acogiendo al otro y aceptando su diferencia, en un diálogo respetuoso”, dijo el pontífice al recibir a jóvenes de la Fraternidad Política Chemin Neuf.

“Como cristianos, sin embargo, hay más: puesto que el Evangelio nos pide amar a nuestros enemigos, no puede conformarse con un diálogo superficial y formal, como esas negociaciones a menudo hostiles entre los partidos políticos.

Estamos llamados a vivir el encuentro político como un encuentro fraterno, especialmente con aquellos que están menos de acuerdo con nosotros, eso significa ver en con quienes dialogamos a un verdadero hermano, un hijo amado de Dios”, agregó.

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Jorge Bergoglio explicó durante la audiencia en la Sala Clementina que “este arte del encuentro, comienza, por lo tanto, con un cambio de mirada sobre el otro, con una acogida y un respeto incondicionales por su persona”.

“Si este cambio de corazón no se produce, la política corre peligro, convirtiéndose en una confrontación a menudo violenta para hacer triunfar las propias ideas, en la búsqueda de intereses particulares más que del bien común, contra el principio de que ‘la unidad prevalece sobre el conflicto'”, señaló.

Según Francisco, “desde el punto de vista cristiano, la política es también reflexión, es decir, formulación de un proyecto común”.

Y “como cristianos, entendemos que la política, además de en los encuentros, se hace con una reflexión común, en busca de este bien general, y no simplemente con la confrontación de intereses diferentes y a menudo contrapuestos”.

En definitiva, “el todo es mayor que la parte, no lo olviden”, exhortó.

“Nuestra brújula para elaborar este proyecto común es el Evangelio, que trae al mundo una visión profundamente positiva del hombre amado por Dios”, observó.

El Papa dijo que, en definitiva, “la política también es acción”.

“Como cristianos, necesitamos confrontar siempre nuestras ideas con la profundidad de la realidad, si no queremos construir sobre la arena que tarde o temprano termina cediendo.

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“Y por eso -dijo dirigiéndose a los jóvenes- aliento su compromiso a favor de los migrantes y la ecología. No olvides estas líneas: ‘la realidad es más importante que la idea’, no se puede hacer política con la ideología”.

“Encuentro, reflexión, acción: he aquí un programa de política en sentido cristiano”, resumió Francisco, concluyendo que “así se practica la política como “la más alta forma de caridad, como decía el Papa Pío XI”.

Reforzando ese concepto, Francisco pidió “estar atentos a las ideologías”.

“Las ideologías destruyen porque nos muestran un solo camino y cierran el panorama universal. Las ideologías destruyen la humanidad de una persona, le quitan el corazón, le quitan la capacidad poética, la creatividad”, afirmó. 

“La política es ante todo un arte de encuentro. Ciertamente, este encuentro se vive acogiendo al otro y aceptando su diferencia, en un diálogo respetuoso”, dijo el pontífice al recibir a jóvenes de la Fraternidad Política Chemin Neuf.

“Como cristianos, sin embargo, hay más: puesto que el Evangelio nos pide amar a nuestros enemigos, no puede conformarse con un diálogo superficial y formal, como esas negociaciones a menudo hostiles entre los partidos políticos.

Estamos llamados a vivir el encuentro político como un encuentro fraterno, especialmente con aquellos que están menos de acuerdo con nosotros, eso significa ver en con quienes dialogamos a un verdadero hermano, un hijo amado de Dios”, agregó.

Jorge Bergoglio explicó durante la audiencia en la Sala Clementina que “este arte del encuentro, comienza, por lo tanto, con un cambio de mirada sobre el otro, con una acogida y un respeto incondicionales por su persona”.

“Si este cambio de corazón no se produce, la política corre peligro, convirtiéndose en una confrontación a menudo violenta para hacer triunfar las propias ideas, en la búsqueda de intereses particulares más que del bien común, contra el principio de que ‘la unidad prevalece sobre el conflicto'”, señaló.

Según Francisco, “desde el punto de vista cristiano, la política es también reflexión, es decir, formulación de un proyecto común”.

Y “como cristianos, entendemos que la política, además de en los encuentros, se hace con una reflexión común, en busca de este bien general, y no simplemente con la confrontación de intereses diferentes y a menudo contrapuestos”.

En definitiva, “el todo es mayor que la parte, no lo olviden”, exhortó.

“Nuestra brújula para elaborar este proyecto común es el Evangelio, que trae al mundo una visión profundamente positiva del hombre amado por Dios”, observó.

El Papa dijo que, en definitiva, “la política también es acción”.

“Como cristianos, necesitamos confrontar siempre nuestras ideas con la profundidad de la realidad, si no queremos construir sobre la arena que tarde o temprano termina cediendo.

“Y por eso -dijo dirigiéndose a los jóvenes- aliento su compromiso a favor de los migrantes y la ecología. No olvides estas líneas: ‘la realidad es más importante que la idea’, no se puede hacer política con la ideología”.

“Encuentro, reflexión, acción: he aquí un programa de política en sentido cristiano”, resumió Francisco, concluyendo que “así se practica la política como “la más alta forma de caridad, como decía el Papa Pío XI”.

Reforzando ese concepto, Francisco pidió “estar atentos a las ideologías”.

“Las ideologías destruyen porque nos muestran un solo camino y cierran el panorama universal. Las ideologías destruyen la humanidad de una persona, le quitan el corazón, le quitan la capacidad poética, la creatividad”, afirmó. 

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