Aunque tiene claro que su experiencia política lo lleva a no confiarse, Porfirio Muñoz Ledo asegura que “este arroz está a punto de cocción”, al referirse a su evidente ventaja en la encuesta por la dirigencia nacional de Morena, que logró gracias a su apuesta a una estrategia digital, en lugar de una campaña “matraquera” del viejo PRI y a pesar de que le dobla la edad a todos los aspirantes.

El diputado federal asegura, en entrevista con Excélsior, que no dejará que le hagan trampa en la recta final de la contienda interna; “si me quieren meter un gol, yo lo meteré primero”.

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Yo le hice una broma al canciller, amistosa. Le dije: ‘Oye, quítale un problema al Presidente. Cómprale el avión y vete a volar. Vete a volar para el futuro’”, relata.

Aclara, sin embargo, que él no empujará para que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y el diputado federal Mario Delgado, a los cuales denominó “Batman” y “Robin”, se vayan de Morena, pero será la Comisión Nacional de Honorabilidad y Justicia la que atienda el caso.

En Morena, dijo, quien sea corrupto y no quiera dejar de serlo, tendrá que irse. “Yo no estoy corriendo a nadie, pero es como un partido de futbol, que te sacan la tarjeta amarilla y luego la roja. No es que te estén expulsando, es que tú estás violando las reglas del juego”, aseguró el legislador Porfirio Muñoz Ledo.

Y en clara referencia a las recientes declaraciones de Mario Delgado, de que Porfirio Muñoz Ledo opera desde un escritorio y no recorre el país, dijo que “algunos hacen política en la bóveda de un banco, porque son cabezas huecas y manos largas. Eso es lo más importante del partido, que sean incorruptibles; lo demás es una falsedad. Para mí trastoca todo”.

El diputado federal que está en el primer lugar de la encuesta de reconocimiento para la dirigencia nacional de Morena, admitió que con el canciller Marcelo Ebrard, “sí, quizá fui un poco brusco, pero es que me estaban acribillando”.

A pregunta expresa de si mantendrá la posición de que Marcelo Ebrard y Mario Delgado deberán irse del partido, una vez que se confirme su ventaja en la encuesta, Porfirio Muñoz Ledo aclaró que “no empujaré” esa decisión; se atendrá a la decisión de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia.

Yo dije que si cometen actos indebidos, yo llamaré a la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia. De todas maneras eso tiene que hacerse para que avale los resultados. Yo no los iba a expulsar; no tengo ninguna autoridad jurídica para expulsarlos, por Dios. Es la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia la que haga el dictamen. Yo no empujaré para que se vayan, pero me atengo a la autoridad competente”, precisó.

La experiencia que tiene lo lleva a “no confiarme nunca” de tener la presidencia nacional de Morena en el bolsillo, pero aclaró que es “prácticamente irreversible” la ventaja que tiene sobre Mario Delgado, pues una semana no es suficiente “para que quien no te conoce, te reconozca”.

Muñoz Ledo consideró que Mario Delgado apostó por hacer una campaña con fórmulas viejas, al grado que decidió poner en espectaculares que es “Mario Morena”, para que se hiciera la asociación con Mario Moreno Cantinflas, pero eso ya no funciona.

Mario Delgado tuvo asesores bastante anticuados, porque todo esto que hicieron no les salió para nada. Es de la época de la matraca, del PRI matraquero, de los grandes espectaculares que había en las épocas de las campañas del PRI”, afirma.

Le mandé un correo donde le dije: oye, Mario, no te había encontrado realmente la personalidad oculta. Sí eres infantil para la política. Me lo hubieras dicho antes”, reveló.

El único político mexicano que está a punto de convertirse en el único en presidir tres partidos políticos: PRI, PRD y ahora Morena, recordó que él presentó a Marcelo Ebrard con Mario Delgado.

La mancuerna que han formado Marcelo y Mario, desde que yo los presenté, curiosamente, en la Cámara de Diputados, se formó la mancuerna; son como Batman y Robin; se compartían el atril”, dice y también recuerda que él fue fundador del PRD y después llegaron otros militantes, como Marcelo y Ebrard, que no son de izquierda, que venían de un partido de centro-derecha.

Yo soy parte de los oportunos y ellos fueron oportunistas”, afirma.

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