El año 2023 comenzó bajo el signo de un feroz enfrentamiento militar de trascendencia mundial y termina con dos, y nada garantiza que a finales de 2024 no siga esta tendencia, opina Fiódor Lukiánov, editor jefe de la revista Russia in Global Affairs y presidente del Consejo ruso para la Política Exterior y de Defensa.

Según el experto, la proliferación de conflictos es un síntoma del debilitamiento del “orden internacional liberal”, que en los últimos tiempos ha sido calificado como “el orden basado en reglas”. 

“La base de este orden fue la confianza de un grupo de países, adquirida gracias a la victoria en la Guerra Fría, en que tenían razón y en que su ideología era la verdadera. La democracia liberal y la economía de mercado derrotaron al régimen soviético y a su economía planificada. Sin embargo, pronto el segundo componente, al menos en su sentido original, se evaporó paradójicamente de la frase ‘democrático liberal’: la democracia como el poder de la mayoría teniendo en cuenta la opinión de la minoría se transformó en un esquema liberal en el que a la minoría se le concede más derecho moral y político que a la mayoría”, sostiene Lukiánov.

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Lukiánov destaca que en casi todos los países del G7 la valoración de los partidos gobernantes es baja, es decir, que los gobiernos representan los intereses de la minoría. A su vez, a las fuerzas alternativas que desafían a los gobiernos se las define como “populistas”, un término que se ha convertido casi en una palabrota. 

“Como resultado, el ‘establishment’ presenta hoy prácticamente cada votación como una batalla por la democracia. La implicación es que la democracia es una victoria para las fuerzas que mantienen la continuidad ‘correcta’. En consecuencia, los que quieren invertir el rumbo son declarados enemigos de la democracia, aunque tengan a la mayoría de su lado”, argumenta el politólogo.

“Mayoría global” frente a “gobierno mundial”

Asimismo, Lukiánov explica que la noción de “mayoría global” traza un paralelismo entre los procesos en países individuales y a nivel mundial. En este contexto, en su opinión, Occidente desempeña el papel de ‘establishment’ mundial. 

El experto agrega que no existe una única fuerza “populista” que se oponga a Occidente. “Pero existe un vasto medio que cree que la minoría abusa del poder. Lo que surge no es una oposición rígida, sino una resistencia viscosa pero creciente a lo material, a causa de la cual se reduce la eficacia de la política de Estados Unidos y sus aliados”, considera Lukiánov. 

Al mismo tiempo, dentro de la propia comunidad occidental crecen las demandas de los “populistas” para reducir la participación en los asuntos mundiales, ya que los costes superan a los beneficios, señala el experto.

Según Lukiánov, 2022 fue un año crucial, ya que fue la primera vez que se desafió directamente a la minoría gobernante. El año 2023, a su vez, fue el momento de acostumbrarse al hecho de que las antiguas limitaciones, las propias “reglas en las que se basa el orden”, desaparecieron y el espacio de lo posible se amplió para todos. En cuanto a 2024, se le califica de “gran año electoral”, ya que se celebrarán elecciones en varios países que constituyen la mayoría de la población mundial.

“En los principales países de Occidente se libra una gran batalla entre los ‘populistas’ y el ‘establishment’ cuyo escenario principal es, por supuesto, Estados Unidos. La mayoría global y las mayorías de los países minoritarios pueden resonar. Y aquí la ulterior transformación del mundo recibirá un poderoso impulso”, concluye el politólogo.

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