Rusia, como había amenazado, cerró los grifos de gas a Finlandia, oficialmente porque Helsinki se negó a pagar en rublos al proveedor de Gazprom, como pedía Moscú, pero es difícil no pensar que también es una forma de represalia por la decisión del país nórdico de unirse a la OTAN.
Tras la solicitud de pagos en rublos a los llamados “países hostiles”, Rusia ya había cortado el suministro de gas a Polonia y Bulgaria el mes pasado. Así que el golpe ahora a Finlandia no es una sorpresa. Sin embargo, parece significativo que el suministro se detenga en la misma semana en que Helsinki solicitó unirse a la Alianza Atlántica, junto con Suecia.
En cualquier caso, el gobierno finlandés ha dicho que está preparado para afrontar la situación, al menos durante toda la temporada estival, y al mismo tiempo decidió consultar diversas fuentes alternativas ante la llegada del largo invierno nórdico.
En 2021, según datos de Gazprom, Finlandia compró 1.490 millones de metros cúbicos de gas natural a Rusia, lo que equivale a cerca de dos tercios del consumo del país. Esto es entre el 6 y el 8% de la energía utilizada en Finlandia.
La energética finlandesa Gasum ha dicho que suplirá el déficit a través del Baltic Connector, que enlaza ductos de Finlandia con Estonia, y ha asegurado que las estaciones de servicio funcionarán con normalidad.
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Según el diario Helsingin Sanomat, ese gasoducto transportará el gas obtenido de la gran planta de almacenamiento de Incukalns en Letonia y la flotante en Klaipeda, Lituania, a Finlandia. Sin embargo, en invierno la capacidad del Baltic Connector podría ser un problema.
Según Mika Wiljanen, presidente y CEO de Gasum, el uso de gas durante la temporada de invierno ha llegado a triplicar la capacidad del gasoducto. Por lo tanto, el verdadero as bajo la manga parece ser el contrato que el gobierno de Helsinki anunció que firmó con la estadounidense Excelerate Energy para el arrendamiento por diez años de un buque terminal de GNL para recibir y almacenar gas natural licuado.
Estará amarrado en el Golfo de Finlandia y debería estar listo para operar el próximo invierno. “Jugará un papel importante en asegurar el suministro de gas para la industria finlandesa”, dijo el ministro de Economía, Mika Lintila, y agregó que las instalaciones portuarias necesarias se construirán a lo largo de las costas de Finlandia y Estonia.