Después de Bucha, Kramatorsk y Makariv, una nueva matanza de civiles emerge espeluznante en Ucrania, pues se ha hallado una fosa común con decenas de cuerpos de civiles en Buzova, un pequeño pueblo a pocos kilómetros de Kiev.
Taras Didych, jefe de la comunidad de Dmytrivka, que incluye a Buzova y otros pueblos cercanos, fue quien lo anunció y agregó que la tumba se encuentra cerca de una gasolinera. Aún no se conoce el número exacto de víctimas. También se habla de 60 desaparecidos, según datos recogidos por ANSA en el lugar.
“El 31 de marzo, encontramos unos cincuenta cuerpos a lo largo de un tramo de 6 kilómetros de la carretera principal que conduce a Kiev. Otras 60 personas no se encuentran por ninguna parte”, Didich.
“Los demás cadáveres están en el hospital o en la morgue, fueron recogidos hace unos días en la calle por los mismos familiares de las víctimas. Los cuerpos tienen marcas de bala y están en la calle desde hace más de diez días”, agrega el funcionario ucraniano ante ANSA.
Mientras tanto, las fuerzas rusas continúan con el bombardeo de las ciudades del Este y Sur de Ucrania, mientras se reportan movimientos de tropas desde el Norte, donde el ejército de Moscú prácticamente se ha replegado, hacia las regiones del Sur y Este.
Es allí donde el mando ucraniano prevé una nueva ofensiva para romper sus defensas en el área de Izium, al sureste de Járkov, enviando unidades adicionales a la zona para intentar establecer el control total de Mariupol.
Las imágenes satelitales publicadas por CNN también muestran un convoy militar ruso de 12 km de largo que avanza hacia el sur a través de la ciudad de Velkyi Burluk, al este de Kharkiv.
El comando operativo sur de las fuerzas ucranianas informa que en las últimas horas las fuerzas rusas han disparado siete misiles en el área de Mykolayiv (Sur), mientras que la administración militar de Lugansk informó que “una escuela y dos edificios de apartamentos fueron bombardeados en la mañana por los rusos” en Severodonetsk”.
Siete misiles cayeron en la noche sobre Dnipro (sureste), destruyendo una infraestructura no especificada. El gobernador Valentyn Reznichenko dijo que las sirenas antiaéreas sonaban casi cada hora en la región de Dnipropetrovsk y que un misil ruso también impactó en una planta industrial en Pavlograd.
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El aeropuerto de Dnipro quedó “completamente destruido”, dijeron las autoridades locales.
Según el mando ucraniano, Moscú busca reforzar las posiciones de sus tropas en las regiones de Mykolaiv y Jersón, y también utiliza ataques con misiles para desmoralizar a la población. Kiev también afirma que en las regiones de Donetsk y Lugansk, sus unidades contrarrestaron ayer ocho ataques rusos, destruyendo cuatro tanques y ocho vehículos blindados.
Nueva información confirma que las fuerzas rusas enfrentan serios problemas en Ucrania. Según el boletín diario de la inteligencia británica, ante las crecientes pérdidas, Moscú busca reforzar sus fuerzas con personal dado de baja del servicio militar desde 2012 y también busca reclutar hombres de Transnistria, una autoproclamada república bajo la órbita rusa del territorio de Moldavia, en la frontera con Ucrania.
Fuentes citadas por The Guardian también hablan de la muerte de otro alto mando castrense ruso desde el comienzo de la invasión. Sería el coronel Alexander Bespalov, comandante del 59º regimiento de tanques, cuyo funeral se iba a celebrar el viernes en la ciudad rusa de Ozersk.
El ministerio de Defensa de Ucrania estima que Rusia ha perdido más de 19.000 soldados desde que comenzó la invasión.
Moscú admite pérdidas importantes, pero desmiente esta cifra.
El representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, que ayer estuvo en Kiev junto a la presidenta de la Comisión de la UE Ursula von der Leyen y se reunió con el presidente Volodimir Zelensky, declaró que vuelve con “una lista de armas de las que Los ucranianos necesitan”.
En una entrevista con el periódico italiano Corriere della Sera, Borrell subrayó que “los ucranianos están resistiendo a Rusia, que no pudo entrar en Kiev”, lo que supuso “un gran fracaso para Moscú, que ahora concentra toda su capacidad militar en el Donbas, donde probablemente quieran tener una victoria antes del 9 de mayo “con fines propagandísticos”.
“La gran batalla en los próximos días estará allí, la gente será evacuada, pero por lo que vemos, los rusos no quieren que los civiles se vayan”, agregó. En cuanto al suministro de armas a Kiev, Borrell dijo que convocará de inmediato al Comité Militar de la UE para coordinar los movimientos de los países miembros.