(SPI).- Casi un millón y medio de veracruzanos son miembros de la comunidad lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero e intersexual (LGBTTI), y de ellos casi 300 mil no tienen la certeza legal de ser reconocidos por su identidad sexogenérica.
La activista Jazz Bustamante aseguró que esto vulnera sus derechos humanos porque no contar con documentos de identidad que acrediten su personalidad genera limitantes para conseguir empleo o acceder a los servicios de salud en el estado sin discriminación.
Explicó que debido a que el Código Civil no ha sido modificado, actualmente los transgénero, lesbianas y transexuales sólo tienen la opción de demandar al Registro Civil en el estado para lograr un amparo ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que les permita tener una nueva acta de nacimiento, o bien acudir a la Ciudad de México, en donde la legislación sí permite estos cambios.
No obstante, aunque el cambio de identidad es un acto legal reconocido en esa entidad federativa, en Veracruz no es reconocida por las autoridades y por tanto quienes la tramitan llegan a tener dos actas de nacimiento, pero sólo la original es la válida.
Por ello, consideró que la iniciativa de la diputada local Daniela Griego para reformar el Código Civil a fin de garantizar el derecho a la identidad de género, sería un primer paso para eliminar la discriminación y la violación de los derechos de la comunidad LGBTTI.
“Si Veracruz aprueba esta iniciativa estaríamos dando un paso muy importante porque es el segundo estado a nivel nacional con más población de lesbianas, transgénero, transexales, travestis y bisexuales”.
Señaló que de aprobarse, se lograría un avance además en las opciones de trabajo de la comunidad LGBTTI que por muchos años se han limitado al auto empleo o al trabajo sexual.
“Es muy complicado que una persona transgénero y transexual acceda a trabajos dignos porque si en la credencial dice Pedro y me asumo como Rubí, es muy complicado que llegue a obtener un empleo”.
Además, agregó que con la reforma la comunidad LGBTTI podría acceder a los servicios de salud sin ser discriminado por su apariencia.
“También hablamos del acceso a la salud integral porque muchas veces las compañeras no se atienden porque les hablan por su nombre original, cuando se asuman como Martha y se sienten agredidas en su persona”.
