Seguramente el gobernador informó al jefe de la república que en Veracruz estaba ocurriendo un pequeño juicio sumario teledirigido en contra de la fiscal Verónica Hernández Giadans, operativo perfectamente identificado respecto a sus autores materiales e intelectuales.

Con ese antecedente y con la anuencia del mandatario nacional, el gobernador Cuitláhuac García salió firme ante los medios de comunicación a respaldar a la encargada de la Fiscalía General del Estado.

Y no podría ser de otra manera, toda vez que la funcionaria ha cubierto todos los requisitos para comandar esa delicada posición por el tiempo que determinen las autoridades respectivas y los resultados en su función.

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En realidad, no se veía conveniente realizar otro cambio en la Fiscalía por las razones que argumentaban los críticos. También debe pensarse que, si Hernández Giadans transparentó su situación familiar -el ser prima de la famosa Jefa Z- , lo hizo previa consulta con los que toman las decisiones superiores en procuración de justicia.

En el editorial SUEÑOS ALDEANOS: LECTURAS DE UN PEQUEÑO JUICIO SUMARIO se ponderaron algunas circunstancias evidenciadas a partir de la pasada comparecencia de la Fiscal en el Congreso del Estado, señalando, entre otras, las siguientes:

“En primer término, debemos hacernos una pregunta: ¿Como seres humanos, acaso somos responsables de las acciones buenas o malas que lleven a cabo los familiares cercanos y lejanos, así como los amigos y conocidos?”

 “Debe recalcarse que la encargada de la Fiscalía, reconoció ante los diputados, que “desde hace treinta años no tiene ningún tipo de relación con la otra persona”. También es conocido por muchos, que la abogada Hernández Giadans, no es afecta a visitar a familiares en otras ciudades, como es el caso de sus tíos y primos por la vía materna que residen en el norte de la república, a quienes tampoco trata con regularidad.”

El gobernador ha debido sostener este nombramiento que propuso con toda autoridad y libertad en septiembre de 2019, surgido de su propio equipo de trabajo. Y resulta razonable que si Verónica pudo conseguir enderezar la nave de la Fiscalía, informando claramente a la sociedad cómo era operada la institución en los tiempos de Winckler, sería un retroceso inoportuno, nombrar a otra persona, la que tendría que capacitarse en el cargo y volver a revisar todos los procesos para encontrar las hebras de la enredada madeja que le dejaron y que ya tiene bajo control Hernández Giadans.

García Jiménez aplaudió ante reporteros la honestidad de la funcionaria, informando la defunción de una de las personas involucradas en el tema, remachando en que la actual fiscal ha hecho un trabajo limpio y transparente, habiendo entregado buenas cuentas a los veracruzanos.

Lo que quizá ya aprendió la joven encargada de la fiscalía, es a conocer por dónde se encuentran sus enemigos y que, casi siempre, no es bueno dar escucha al canto de sirenas desafinadas. 

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