El ataque con drones perpetrado el pasado domingo contra un puesto de avanzada de EE.UU. en Jordania, que dejó tres soldados muertos y 34 heridos, tendría una respuesta más contundente que la que Washington ha dado en los últimos meses, desde la desestabilización de la situación en Oriente Medio provocada por la guerra entre el grupo palestino Hamás e Israel, según una persona familiarizada con el asunto citada por Bloomberg.

De acuerdo a la agencia de noticias, el país norteamericano podría llevar a cabo “una operación encubierta” contra Irán —al que acusan de la agresión—, sin atribuirse la responsabilidad, o atacar a funcionarios del país persa, tal y como hizo en 2020, cuando perpetró el asesinato del general Qassem Soleimani.

Sin embargo, los analistas advierten que cualquier acción de Washington contra Irán podría ponerlo en confrontación directa con Teherán. “La Administración de [Joe] Biden tendrá que mantener una línea muy delicada para intentar responder con la suficiente contundencia como para restablecer un mínimo de disuasión para que esto [ataques a bases militares estadounidenses] no vuelva a ocurrir, y al mismo tiempo no emprender una respuesta que agrave el conflicto”, señaló Jonathan Panikoff, director de la Iniciativa Scowcroft de Seguridad en Oriente Medio del ‘think tank’ Atlantic Council. 

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El presidente de EE.UU., Joe Biden, acusó a los “grupos militantes radicales respaldados por Irán que operan en Siria e Irak” de haber perpetrado el ataque contra la base en Jordania y prometió hacer que “rindan cuentas”. No obstante, Teherán negó las acusaciones de haber apoyado a esos grupos, afirmando que “tales afirmaciones se hacen con objetivos políticos específicos para invertir las realidades de la región”.

A su vez, el diario The Washington Post reportó que la Resistencia Islámica de Irak, que aúna a milicias vinculadas a Irán, reivindicó la autoría del ataque. “Si Estados Unidos sigue apoyando a Israel se producirán escaladas”, declaró un alto cargo de la organización que habló bajo condición de anonimato. “Todos los intereses estadounidenses en la región son objetivos legítimos y no nos importan las amenazas de respuesta estadounidenses […] el martirio es nuestra recompensa”, añadió.

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